El seleccionado argentino masculino de handball perdió este jueves por 28-23 ante Alemania, en un encuentro por la cuarta fecha de la zona D del Mundial de la especialidad que se realiza en Qatar, pero un empate con Rusia en el cierre de la fase de grupos lo depositará en los octavos de final, un hecho histórico para el deporte nacional.

Lo que en un principio fue bronca y frustración para Los Gladiadores por la caída contra los alemanes, luego se convirtió en tranquilidad por la derrota de los rusos con Dinamarca por 31-28.

Es que si Argentina el próximo sábado a las 13 gana o empata frente a Rusia avanzará a los octavos de final del Mundial.

Tras los resultados de hoy, Alemania quedó primero con 7 puntos; seguido por Dinamarca y Polonia con 6; Argentina con 3; Rusia con 2; y Arabia Saudita sin unidades.

El equipo que dirige Eduardo Gallardo, al igual que en los tres encuentros anteriores, propuso un juego de igual a igual, faltándole el respeto a los germanos y sin guardarse nada.

Los argentinos propusieron ataques ordenados y largos, estirando la tenencia casi hasta el pasivo, sin desesperarse y eligiendo la mejor opción para lanzar ante una defensa dura, que no dudó en ningún momento en apelar al juego brusco casi al borde de la expulsión.

La víctima predilecta de los germanos fue Diego Simonet, que, en varias oportunidades, recibió golpes en el rostro que no fueron sancionados con la severidad necesaria por los árbitros lituanos, por lo cual recibió una amarilla por protestar.

Con un Federico Vieyra intratable, que tras empezar el Mundial con un bajo nivel metió 4 de 4, Federico Pizarro inspirado (3 de 4) y un buen ingreso del arquero Fernando García logró equilibrar los bajos rendimientos de los encargados de generar espacios, los hermanos Simonet, Diego (1 de 8) y Sebastián (1 de 3).

Defendiendo con mucha movilidad y solidaridad, Los Gladiadores fueron cerrando los caminos al gol de los europeos, pese a que siempre fueron corriendo de atrás en el marcador hasta igualar en doce, tomar ventaja de dos goles y cerrar el primer parcial ganando 14-13.

En el segundo tiempo, las acciones se mantuvieron muy parejas, con los alemanes siempre arriba en el marcador por uno o dos goles y los argentinos buscando la igualdad, que consiguieron a los doce minutos (19-19), momento en el cual se quebró el partido y los europeos comenzaron a estirar ventaja.

Una serie de polémicas exclusiones por dos minutos contra los albicelestes, sumado a que la gran figura de la cancha, el arquero alemán Carsten Lichtlein, edificó una verdadera muralla y se mostró infranqueable, los europeos se adelantaron 22-19 y manejaron el trámite del juego.

En ese último cuarto de hora, Argentina solo consiguió marcar en cuatro oportunidades, por errores propios y virtudes de Lichtlein, y el Chino Simonet, el jugador diferente que tiene este equipo, cerró con 1 de 12 lanzamientos, mientras que su hermano mayor, Sebastián, el encargado de manejar los hilos, filtró 3 de 7.

Formaciones

Argentina: Matías Shulz; Federico Pizarro, Leonardo Querín, Pablo Portela, Gonzalo Carou, Federico Fernández y Sebastián Simonet. DT: Eduardo Gallardo.

Luego ingresaron: Fernando García, Diego Simonet, Federico Vieyra, Sergio Crevatín, Juan Pablo Fernández y Adrián Portela.

Alemania: Carsten Lichtlein; Uwe Gensheimer, Paul Drux, Martin Strobel, Steffen Weindhold, Patrick Groetzki y Patrick Wiencek. DT: Dagur Sigurdsson.

Luego ingresaron: Hendrik Pekeler, Fabian Bohn, Michael Muller, Michael Kraus y Erik Schmidt.