Uno de los grandes placeres de la vida quizá sea la ducha, desde el momento en que se siente el agua recorrer cada milímetro de piel, eliminando todo tipo de impureza o mal genio que se pueda tener. E inclusive, hay ocasiones en que solo se necesita de un baño delicioso para olvidar aquello que angustia. Sobre todo, si se habla de una ducha con agua fría.

Los Espartanos se solían levantar de sus camas de madera, hacían dos horas de ejercicio y después se tomaban un baño de agua fría. Pensaban que el agua caliente era para los débiles y que el agua fría condicionaba sus cuerpos y mentes para ser fuertes, vigorosos y estar siempre preparados para la batalla.

Las primeras duchas con sistemas de calentamiento se desarrollaron por los Atenienses y parece que lujos como esos son los que ayudaron a la caída de la sociedad Espartana que sea admira actualmente.

Varias culturas alrededor del mundo usan agua fría como parte de sus ceremonias religiosas. Por ejemplo, los japoneses Shinto practican un ritual llamado Misogi, el cual implica sentarse o estar bajo una catarata para purificar sus almas. En países como Rusia o Finlandia, un pasatiempo popular durante el invierno es rotar entre la sauna e ir al aire libre para saltar en lagos helados y rodeados de nieve. En los tiempos modernos, atletas de nivel mundial usan baños helados para aligerar el proceso de recuperación y mejorar el rendimiento.

Beneficios de tomar una ducha fría

- El baño frío mejora la circulación sanguínea, bombeando más a lo largo de cada uno de los órganos. Así, con el flujo sanguíneo incrementando, varias zonas del cuerpo mejoran su funcionamiento.
- El agua fría es un antidepresivo. En el momento en que el agua fría toca la piel, el cuerpo libera altas dosis de adrenalina que causa impulsos eléctricos en las terminales nerviosas periféricas del cerebro, reduciendo los síntomas de la depresión.
- Fortalece la piel y el cabello, ya que reduce las imperfecciones al volverlas firmes y fuertes.
- También ayuda a mejorar el desempeño atlético. De acuerdo con un estudio del American Journal of Physiology, los atletas que usaron agua fría tras un entrenamiento de resistencia contaban con un mejor desempeño en las sesiones subsecuentes.
- Finalmente, mejora el desempeño mental, al liberar al cuerpo de las hormonas de estrés que puedan afectar las habilidades cognitivas.