Un estudio afirma que los celulares son una de las distracciones más comunes que los padres y tutores deben superar mientras supervisan a los chicos en espacios públicos de juego.

En una observación de los hábitos de los responsables mayores en los parques, el uso del teléfono móvil fue motivo del 30 por ciento de las distracciones, según informó un equipo durante la reunión anual de las Sociedades Académicas Pediátricas en la ciudad estadounidense de San Diego.

"Conversar con otra persona fue la principal distracción", indicó la autora principal de uno de los estudios, Ruth Milanaik, directora del Programa de Seguimiento del Neurodesarrollo Neonatal del Centro Médico de Niños Cohen, North Shore-LIJ, Lake Success, Nueva York según informa Iprofesional.

"Le siguió de cerca el uso del teléfono móvil. Se necesita un segundo de distracción para que un niño se haga daño. Si un adulto está ocupado con el celular, en responder un mensaje de texto o revisar el correo electrónico, no tiene los ojos puestos en el niño", sostuvo, citada por la agencia Reuters.

La médica comentó que la idea de hacer un estudio surgió de pesquisas previas que habían hallado que los padres recurrían a los móviles inteligentes o las tabletas para mantener ocupados a sus hijos.

El equipo trabajó en grupos de dos personas para observar a 50 cuidadores y los niños a cargo en siete áreas públicas de juegos de Nueva York.

El monitoreo de cada cuidador duró 10-20 minutos y los observadores anotaron las actividades cada dos minutos. El equipo realizó un total de 371 observaciones.

Los autores hallaron que los cuidadores se distraían el 74 por ciento de los dos minutos de observación: un tercio de ese tiempo lo dedicaban a conversar con otra persona, el 30 por ciento hablaban por teléfono y el resto del tiempo lo dedicaban a otra actividad como comer o leer.

En el segundo estudio, otros integrantes del mismo equipo determinaron que los niños eran más propensos a tener conductas peligrosas mientras los cuidadores estaban distraídos.

"Ninguno de los niños del estudio se hizo dañó. De modo que todos los adultos hacían un buen trabajo, aunque la pregunta es si podemos hacerlo mejor", aclaró Milanaik.

"No estamos diciendo que hay que prohibir los teléfonos en las áreas de juego, sino que, quizás, el uso de un dispositivo manos libres ayudará a mantener la vista en los niños en todo momento. Para nosotros, esto demuestra algo que todos saben y sirve para orientar a la población en la dirección correcta. La gente sabe que el celular la distrae", agregó.