El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires compró 78 impresoras 3D a Kikai Labs, una de las firmas argentinas que se dedica a la fabricación local de las mismas. De esta manera, se busca incorporar la posibilidad de crear objetos físicos con plástico, resinas y otros materiales usando dispositivos pequeños y más económicos que las alternativas existentes hasta hace unos años, además de poder generar objetos huecos desde su impresión (en vez de calarlos).

Lo que se persigue al dotar a las escuelas con estos equipos, es que la tecnología de impresión 3D se transforme en una herramienta transversal que beneficie a diferentes espacios curriculares.

"Las impresoras podrán ser utilizadas en materias como taller, diseño, todo lo parecido a ingeniería, pero usadas correctamente son también de interés en artes, biología, física y programación. Los alumnos podrán diseñar algo en pantalla y materializarlo. Hacer inventos e implementarlos fácilmente.”

Es una herramienta más accesible tanto en precio como en conocimientos necesarios para operarla, que permite hacer una variedad de objetos complejos antes imposibles de hacer a nivel taller de un secundario" asegura Ruiz Camauër, uno de los fundadores de Kikai Labs.

Fuente: noticiasdelaaldea.com.ar