La 45ª Asamblea General de la Organización de estados Americanos (OEA) aprobó la Convención Interamericana sobre la protección de los derechos humanos de las personas mayores. El Centro de Investigaciones en Derecho de la Vejez de la Facultad de Derecho (UNR) celebró la decisión y evaluó los efectos que tendrá en la práctica la aplicación de la norma.

Luego de cinco años de trabajo, que incluyeron encuentros y debates internacionales, se aprobó este importante documento de carácter vinculante que posiciona a la Región de las América como el primer continente del mundo en tener una Convención que protege los Derechos de las Personas Mayores.

En este proceso, se destacó el liderazgo de la Argentina y del Ministerio de Desarrollo Social que impulsó, junto a la Cancillería, el tema en el seno de la OEA.

También trabajaron la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) y el Instituto de Políticas Públicas de Mercosur, además de los Ministerios de muchos países que participaron de las negociaciones.

“En realidad es algo que celebramos y nos llena de satisfacción porque hemos trabajado mucho para que se lograra”, dijo en diálogo con Rosario3.com, Isolina Dabove, directora del Centro de Investigaciones en Derecho de la Vejez de la Facultad de Derecho (UNR), una de las instituciones que más se dedica en la ciudad, a la difusión de los derechos de las personas mayores.

“Esto fue posible porque Latinoamérica adoptó el tema de las defensa de los derechos de las personas mayores como una bandera propia y se dio un escenario adecuado para que se alcance este reconocimiento. Argentina presidió las sesiones de trabajo en los últimos años en la OEA, y aunque durante los últimos meses la presidencia fue ocupada por Chile, al tratarse de un socio estratégico para el liderazgo argentino, hubo continuidad en la línea de trabajo que venía siguiendo nuestro país”, explicó la profesional.

¿En qué beneficia a las personas mayores?

Que exista una Convención Interamericana que proteja los derechos humanos de las personas mayores significa un reconocimiento explícito de la comunidad internacional de la especificidad propia de los problemas de las personas mayores.

Según señaló Dabove, “ese instrumento –que a partir de ahora deberá ser ratificado por la Legislatura argentina, a través de una mayoría especial– tendrá garantía constitucional si pasa esa instancia. Pero, en caso de no conseguir la ratificación en ambas Cámaras, también será importante, ya que tendrá una jerarquía superior al nuevo Código Civil y Comercial”.

“Es importante porque cualquier persona mayor podrá amparar la lucha por sus derechos en este documento internacional que reconoce explícitamente sus derechos humanos y los jueces estarán obligados a atender lo establecido por esta convención, a la par de la propia Constitución Nacional, en caso de que logre la aprobación legislativa y adquiera jerarquía constitucional”, expresó.

Esta Convención –que implica el empoderamiento de las personas mayores y el fortalecimiento de sus derechos– también será útil para abrir nuevos canales educativos y mejorar el tratamiento del tema en escuelas, universidades y medios de comunicación.

“Lo relevante de esta convención es que introduce la cuestión de la vejez en el derecho desde una dimensión integral, tal como lo venimos trabajando en las universidades argentinas; porque no plantea en primer lugar la cuestión de la seguridad social (algo que aborda al final), sino que hace hincapié en el respeto a la autonomía, a la calidad de vida, a la libertad, y al derecho a la vivienda, entre otros, que suelen ser vulnerados en algunos casos”, explicó la profesional.

La Convención también habilita la vía del recurso individual, ya que está previsto que puedan hacerse planteos particulares y denuncias por violación a los principios que establece la norma, incluso en estrados internacionales.