Más del 60 por ciento de los argentinos padece esta patología, con lo cual, los especialistas recomiendan disminuir los niveles de estrés, no acostarse inmediatamente después de las comidas y no usar prendas ajustadas en el abdomen para evitar que aparezca.

"Hay estudios que demuestran que ha aumentado la cantidad de personas que presentan síntomas de reflujo al menos una vez a la semana a causa del estrés, los malos hábitos de alimentación, el consumo de alcohol, tabaco y falta de descanso, por lo que se trata de la patología más frecuente del aparato digestivo", dijo Eduardo Segal, director médico del Centro de Diagnóstico Digestivo (Cendig).

El especialista y ex presidente de la Sociedad Interamericana de Endoscopía Digestiva (SIED) precisó que muchas personas lo padecen "aún sin saber qué es realmente y cómo se llama".

"La sensación de quemazón que sube hacia la garganta se llama médicamente 'pirosis' y no debe confundirse con la acidez, ya que en ese caso el ardor se produce en la boca del estómago", apuntó.

Y agregó: "Las personas con reflujo, que deriva del paso de contenido ácido del estómago hacia el esófago, ven alterada profundamente su calidad de vida, ya que además de los síntomas sumamente molestos puede generar insomnio y alterar el humor".

"Según un estudio reciente efectuado en nuestro país, un 61 por ciento de la población presentó síntomas típicos de reflujo en el último año mientras que un 23 por ciento los padecía semanalmente, lo que demuestra que se trata de una patología altamente prevalente en nuestra comunidad", agregó Matías Deprati, médico del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Segal destacó la importancia de utilizar el medicamento adecuado para evitar complicaciones y problemas extradigestivos como bronquitis, sinusitis, laringitis, faringitis, asma y trastornos dentales, y apuntó que algunos de los consejos para evitar el reflujo son no acostarse inmediatamente después de las comidas sino esperar al menos dos horas, no usar prendas ajustadas en el abdomen y controlar el sobrepeso.

Además, se recomienda disminuir el consumo de tabaco y alcohol, evitar comidas y bebidas que promuevan el pasaje de ácido hacia el esófago -como grasas, fritos, salsas, condimentos, chocolate, menta, bebidas gaseosas, café y mate, entre otros-, y reducir el estrés.

Por último, se aconseja evitar agacharse o hacer ejercicio inmediatamente después de comer y elevar la cama unos 10 o 15 centímetros mediante la colocación de tacos de madera en las patas de la cabecera, y no con almohadas.

"Es importante consultar con el médico cuando los síntomas iniciales cambian de intensidad, no mejoran con la medicación habitual o si persisten en el tiempo después de realizar un tratamiento farmacológico. También se debe prestar atención a los llamados signos de alarma o banderas rojas del reflujo, que son la odinofagia (dolor al tragar), disfagia (sensación de que el alimento queda atascado en el esófago), pérdida de peso, sangrado con la materia fecal o en él vómito y pérdida de peso", puntualizó Segal.

Por su parte, Deprati agregó que las medidas de "autocuidado", como el consumo de leche, gaseosas, infusiones o antiácidos en forma de sales efervescentes son "muy poco efectivas y hasta contraproducentes".

"Actualmente está disponible para la comunidad un fármaco de la familia de los inhibidores de la bomba de protones muy efectivo para el control del reflujo, como la sal magnésica de pantoprazol, que tiene un perfil de seguridad comprobado", afirmó.

Y enfatizó: "Esa sal magnésica permite el alivio efectivo y rápido de los síntomas de reflujo con un adecuado control nocturno, ya que es importante tener en cuenta que prácticamente la mitad de las personas que lo presentan padece manifestaciones durante la noche, lo que altera además la calidad del sueño y del buen descanso".

Fuente: telam.com.ar