El carguero ruso Progress M-27M, que se desvió de su órbita tras ser lanzado hace una semana con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI), se desintegró este viernes a la madrugada.

"Según los datos del sistema nacional de control del espacio, la nave entró en las capas densas de la atmósfera y ardió", informó la agencia espacial rusa, Roscosmos.

El carguero "dejó de existir a las 05.04 hora de Moscú (02.04 GTM) tras entrar en las capas densas de la atmósfera en la parte central del océano Pacífico", señaló la agencia en un comunicado.

La nave había sido lanzada el 28 de abril desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) rumbo a la EEI, pero el Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusiaperdió el control después de que el carguero quedara situado en una órbita errónea y dejara de enviar datos a la Tierra.

Todos los intentos por retomar el control de la nave automática, que debía llevar a la Estación Espacial Internacional cerca de 2,5 toneladas de suministros -combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos-, fueron infructuosos.

Las Progress, que se emplean desde hace 35 años, son uno de los grandes orgullos de la industria aeroespacial rusa, con un historial prácticamente inmaculado: hasta ahora sólo habían sufrido un accidente, en agosto de 2011, provocado por un fallo del cohete portador.