El juez federal Sebastián Casanello volvió a implementar el secreto de sumario en la causa en la que investiga al empresario Lázaro Báez por presunto lavado de dinero. Lo hizo durante la declaración de Leonardo Fariña, quien era indagado por el magistrado y el fiscal federal Guillermo Marijuan en el cuarto piso de los tribunales de Comodoro Py. El financista se acogió a la figura del "arrepentido" y podría lograr con esto una reducción de la pena en caso de que aporte pruebas a la causa.

Casanello había ordenado el secreto de sumario el 28 de marzo pasado y lo levantó este jueves. Durante ese lapso, el magistrado dispuso el seguimiento de todos los imputados en la causa para conocer sus movimientos y evitar posibles maniobras de fuga o entorpecimiento de la investigación.

Con la información que obtuvo de la Policía Federal –que indicaba que Báez abordaba un avión privado y que no habían obtenido el manifiesto del vuelo– dispuso el arresto del empresario santacruceño y también de quien es señalado como su contador, Daniel Pérez Gadín.

El secreto de sumario es un instrumento judicial que permite a al juez ordenar medidas sin que las partes estén en conocimiento.

Tras las indagatorias de Lázaro Báez, su hijo Martín y el contador Daniel Pérez Gadín, entre otros, el juez levantó el secreto que volvió a implementar hoy.

En el marco de la declaratoria de Fariña, Casanello ordenó allanar un edificio en el barrio porteño de Puerto Madero.