Medio año después de la muerte de Juan Alberto Paladini cuando manejaba su auto por Circunvalación casi Pellegrini, la familia volvió a cargar públicamente contra la investigación del hecho, abonando la teoría de que no se trató de un accidente de tránsito sino que hubo un ataque contra el vehículo antes del fatal despiste.

Nicolás, hijo de la víctima, rompió el silencio este lunes en contacto con Telenoche (El Tres), luego de que el pasado viernes se cumplieran seis meses del fallecimiento. Hizo hincapié en la “contradicción” que existe entre los peritajes realizados por la Policía de Santa Fe y la Gendarmería nacional, avalando este último, que estableció la existencia de un golpe externo sobre el parabrisas.

El hijo del empresario, que hasta ahora se había expresado sólo a través de las redes sociales de internet, señaló que la fuerza federal “hizo un muy buen peritaje, donde determinó que hubo un impacto desde el lado de afuera, a diferencia de lo que dice la Policía”, en relación a un supuesto piedrazo que hizo al conductor perder el control del coche, un Audi R8.

“Las cosas no se hicieron como corresponde desde un comienzo”, cuestionó el marido de la modelo Rocío Guirao Díaz, quien también reclamó siempre una investigación que contemple la chance de que se haya registrado un ataque, presuntamente en un intento de asalto.

Nicolás cuestionó el tratamiento del auto tras el siniestro (“no fue vallado ni resguardado como correspondía porque daban por hecho que se trató de un accidente”) y también la labor general de “los fiscales, que se apresuraron y en notas periodísticas hablaron de accidente, de exceso de velocidad y de iba sin cinturón”.

“Por lo menos que se retracten”, pidió a los investigadores pero aclaró: “La idea no es perjudicar a nadie sino tener nosotros, como familia, la certeza de lo que sucedió”.

En otro orden, el hijo de Juan Alberto Paladini se refirió a un hisopado que se realizó sobre el parabrisas para intentar saber si el golpe principal sobre el cristal provino desde afuera o fue producto de un cabezazo del conductor al chocar.

“A seis meses tenemos los resultados, pero se determinó que éste no era el método apropiado para saber qué impactó el parabrisas”, se quejó, y remarcó la postura de que, por el diseño del coche, no pudo haber sido la cabeza del automovilista lo que lo dañó.

Además, insistió con que el empresario “tenía puesto el cinturón de seguridad”. “Si no, el cinturón estaría en su posición inicial –analizó–, y estaba desprendido hacia el lado de afuera. Además, la hebilla está torcida, se generó una fuerza, se desprendió”.