La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) pidió la vuelta atrás de la modificación de la ordenanza de ruidos molestos que establece un horario de trabajo y permite a cualquier persona denunciar este tipo de situaciones. Aseguraron que son maltratados por los vecinos y confiaron que algunos hasta les arrojan agua caliente.

Si los vecinos se muestran hartos de las obras en construcción ahora son los albañiles los que se quejan. En diálogo con el móvil de Radio 2, el dirigente de la Uocra Sixto Irrazábal contó que mantuvieron una reunión con el concejal Martín Rosúa, autor del proyecto que estableció una modificación en la ordenanza que regula los llamados ruidos molestos, que permite que cualquier persona pueda realizar denuncias por este tema y no solamente aquellos que ocupen domicilios linderos a las obras en construcción y, a su vez, modificó los horarios en los que se pueden desarrollar los trabajos, quedando excluidos totalmente los domingos y feriados.

Asimismo, el proyecto del edil radical, aprobado por unanimidad en el cuerpo legislativo de la ciudad, estableció como únicos horarios fijos para los trabajos en las obras de lunes a sábado de 8 a 13 y de 15 a 19 horas, considerándose como una infracción cualquier ruido realizada fuera de esos términos.

En este marco, Irrazábal confió que los albañiles deben permanecer inactivos durante los mediodías sin percibir pago por estas horas, y en consecuencia, terminan sus jornadas laborales más tarde. “La mayoría vive en barrios y termina llegando a su casa a las 9 de la noche”, apuntó.

Por otra parte, se quejó del trato que reciben los trabajadores. “Muchos vecinos están molestos por la obra y hasta les tiran agua caliente y dejan basura en las obras”, sorprendió. También acusó a comerciantes de no tratar a los obreros con el respeto que se merecen.

“Nadie sale a decir esto, queremos que se vaya atrás y que no haya horarios para dormir la siesta”, exigió.

A principios de mes el concejal Rosúa denunció que la normativa no había sido reglamentada. “Nuestra ordenanza de ruidos molestos vino a solucionar un importante conflicto que se genera a partir de que, con la anterior normativa, resultaba muy difícil elevar una denuncia ya que solamente podían hacerla quienes vivían al lado de las obras en construcción. Es importante que todo aquel que se sienta afectado pueda ser debidamente escuchado”, explicó.

Según advirtió el propio Rosúa, desde el momento de la aprobación hasta el día de la fecha, no se han registrado objeciones de las partes interesadas sino que, por otra parte, su equipo de trabajo almacenó una importante cantidad de reclamos a raíz de que aún no se ha reglamentado la nueva normativa.

“Nosotros apoyamos al sector de la construcción y siempre valoramos positivamente que existan obras y nuevas edificaciones dentro de la ciudad, pero pretendemos brindar un ordenamiento correcto que también contemple el bienestar de los vecinos”, amplió el titular de la Comisión de Producción.