El presidente Barck Obama propuso cerrar la cárcel de Guantánamo y trasladar a sus 91 detenidos a suelo norteamericano. Señaló que su cierre le ahorrará al Estado 335 millones de dólares en 10 años y 1.700 millones a lo largo de 20. Este martes presentó el proyecto ante el Congreso, una promesa que arrastraba desde su primera campaña electoral en 2008.

Según informó EFE, Obama sostuvo que mantener la prisión que tiene Estados Unidos en Cuba es contraproducente para la lucha contra el terrorismo y que su cierre significaría cambio de capítulo en la historia de su país.

El plan del presidente –indicó este martes el portavoz del Pentágono, Peter Cook– promete mejorar la seguridad nacional “al negar a los terroristas un poderoso símbolo de propaganda”, fortalecer relaciones internacionales y reducir costos.

El portavoz detalló que el plan se centra en la transferencia de presos al extranjero y en la evaluación a través de un órgano especial de aquellos que, por su peligrosidad, no pueden ser trasladados a otros países y deben permanecer bajo custodia de las autoridades estadounidenses.

Según adelantaron altos funcionarios del Gobierno bajo anonimato, el plan para cerrar la cárcel de Guantánamo que el Pentágono enviará este martes al Congreso, contempla transferir a entre 30 y 60 presos a 13 localizaciones diferentes en territorio nacional, sin recomendar ninguna en particular.

El Pentágono detalló que mantener la prisión de Guantánamo abierta es entre 65 y 85 millones de dólares más caro al año que internar a los presos en una cárcel en territorio estadounidense.

En ese sentido, el portavoz incide en que el coste de trasladar a los presos a territorio estadounidense o a otros países se vería compensado en entre tres y cinco años, debido a los menores costos que supone su internamiento en una cárcel de EE.UU. en vez de las instalaciones de la base naval de Guantánamo, en el sudeste de Cuba.

Cerrar Guantánamo podría generar, por lo menos, 335 millones de dólares de ahorros netos en 10 años y hasta 1.700 millones en 20 años, destacó el portavoz en su nota.

Desde el principio de su mandato, esa promesa se ha topado con la oposición del Congreso, especialmente entre los republicanos, que rechazan la transferencia de los presos a cárceles dentro de Estados Unidos por considerarlo ilegal.

La cárcel de Guantánamo llegó a albergar a unos 800 presos poco después de su apertura, ordenada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.