La puesta en marcha del plan de refuerzo de seguridad, que es ejecutado en forma conjunta por más de 600 efectivos de Gendarmería nacional y la policía de Santa Fe, comenzó este lunes en 25 zonas estratégicas de Rosario consideradas "peligrosas" o "inseguras", informaron fuentes del Ministerio de Seguridad de Santa Fe.

El comisario mayor Julián García, uno de los coordinadores del operativo por la Policía provincial, explicó este lunes en diálogo con Radio 2 que el objetivo es “consolidar la presencia del Estado en todos los barrios de la ciudad realizando acciones de prevención y disuasión”.

“Ya estamos trabajando, si recorren algunos barrios de la ciudad lo van a ver. Es una intervención planificada, proactiva y dinámica. Es mucho mas amplio que una saturación”, describió el policía en contacto con el programa La primera de la tarde.

Por otra parte, aseguró que la policía santafesina está más “organizada y profesionalizada” con respecto a los operativos desplegados el año pasado en conjunto con Gendarmería.

“La idea es hacer algo más específico en algunas zonas, sin desantender los barrios de la ciudad”, indicó García.

Finalmente, manifestó que “no se puede garantizar una ciudad sin delito, pero sí una lucha permanente” contra el accionar de las bandas.

De acuerdo a lo definido por los altos mandos de la Policía provincial y de Gendarmería nacional, los efectivos estarán apostados en 25 zonas consideradas inseguras; como los barrios, los siete accesos viales a la ciudad y plazas, parques y paseos.

El operativo comenzó en los barrios Villa Banana, La Tablada, Las Flores y La Cerámica, considerados en el mapa del delito como los más violentos.

El plan prevé una extensión hacia los barrios Ludueña, Santa Lucía, Fischerton, Pichincha y Alberdi.

En cada intervención se estima la participación de entre 50 y 100 efectivos de ambas fuerzas, según "la complejidad de cada caso", informaron las autoridades del Ministerio de Seguridad provincial.

El plan se completa con fiscalizaciones en plazas, parques y paseos y con intervenciones en las principales avenidas y accesos en donde se realizarán controles de documentación vehicular.

La acción de las fuerzas será rotativa y sorpresiva. Los operativos se irán mudando a distintas zonas de Rosario y el área metropolitana de acuerdo a la evolución del mapa del delito, consignaron las autoridades de las fuerzas federales y provinciales.

El plan de refuerzo de seguridad que arrancó en Rosario, surge de un acuerdo arribado la semana pasada entre el Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti.

En ese encuentro, que se desarrolló en la sede gubernamental de la capital provincial, el funcionario nacional comprometió su apoyo inmediato con el envío de más de 1.000 gendarmes –600 para Rosario y el resto para otras ciudades de la provincia–, que comenzaron a llegar el sábado pasado.