A menos de 24 horas de que el Senado trate la reforma del sistema nacional de inteligencia planteada por el Ejecutivo, precandidatos presidenciales de distintas fuerzas opositoras prometieron que si alguno llega a hacerse del sillón de Rivadavia este octubre dará marcha atrás a los cambios y el resto lo acompañará.

"Esta ley va a ser derogada en el próximo gobierno”, anticipó el precandidato radical Ernesto Sanz, según publicó La Nación. La “promesa” –agregó– quedará oficializada por escrito este martes cuando el resto de los dirigentes opositores se reunan para rubricar el acuerdo antes de la sesión.

"Es una ley que no sirve absolutamente a ningún fin, es un engaño, y los engaños no se discuten ni se votan con las reglas convencionales", criticó y respaldó así la decisión de no participar de la discusión legislativa.

"Es una decisión política, y yo la avalo, la respaldo y la ratifico. No es que no se quiera bajar a dar el debate, lo que no se quiere es convalidar una farsa. Acá no hay debate, hay una fachada de debate", enfatizó.

Sanz recordó que "hasta organizaciones cercanas al Gobierno como el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) han dicho que eso no es una buena ley", y señaló que, en realidad, "es una herramienta del oficialismo para sacar la discusión del tema central y para ganar tiempo".