La Fiscalía de la Audiencia Nacional de España solicitó la imputación del presidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu, por un delito fiscal de 2,8 millones de euros cometido en 2014 en relación con la adquisición del crack brasileño Neymar.

El ex presidente Sandro Rosell y el club catalán, en tanto persona jurídica, ya están imputados en la misma causa, a cargo del juez Pablo Ruz, quien los acusa de haber cometido un fraude fiscal millonario, de más de 9,3 millones de euros. Estas cifras corresponden al impago del Impuesto sobre la Renta de No Residentes de los ejercicios de 2011 y 2013.

El delantero brasileño llegó al equipo liderado por Lionel Messi en junio de 2013, tras varios meses de negociaciones con el club Santos. Sin embargo, mucho antes de su desembarco en Barcelona, el club ya tenía otros contratos adicionales relacionados con la contratación del jugador.

Entonces, el presidente Sandro Rosell, afirmó que la estrella brasileña le había costado al club 57 millones de euros, mucho menos de lo que determinaron los peritos de la Agencia Tributaria, que cifran el traspaso en 94.892.181,29 de euros, incluidos los 12.1 millones en impuestos impagos.

El Ministerio Público hizo su solicitud tras recibir el informe de la Agencia Tributaria, por lo que también pide que Rosell sea procesado por un delito solitario al haber engañado a los socios del club al afirmar que el fichaje de Neymar costó mucho menos de lo que se informó.

La firma de Rosell figura en todos los contratos que el club formalizó con Neymar y Santos, mientras Bartomeu, que en ese momento era vicepresidente del club, aparece en siete documentos.