Ante los rumores de que el fiscal Gerardo Pollicita impulsará la denuncia adelantada por Alberto Nisman antes de su muerte, en la que se acusa a la presidente Cristina Kirchner y al canciller Héctor Timerman –entre otros– de encubrimiento en la causa Amia, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, habló de una “maniobra” para desestabilizar al gobierno.

De todos modos, el funcionario sostuvo, en su habitual diálogo matutino con la prensa, que “no tiene ningún valor jurídico ser imputado. Acá pareciera que decir imputado es como que ya está semicondenado. No tiene nada que ver, no tiene ninguna importancia”.

Pero para Fernández lo que sí tiene importancia es la repercusión que el hecho puede generar. “Eso es lo que cuestiono del fiscal, severamente, porque es una clara maniobra de desestabilización antidemocrática”, afirmó.

Y abundó: “Lo que le llega a mi mamá que no conoce de derecho, seguramente dice 'Uy, mirá, la presidenta en una causa'... cuando en realidad está mencionada en una causa rídicula, bochornosa, insultante”.