El ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, se refirió este miércoles al despido del periodista Víctor Hugo Morales de Radio Continental y opinó que no se trata de un acto de censura, sino de la decisión de una empresa privada. Además, garantizó la continuidad de los subsidios a sectores como el teatro y el cine y llamó a discutir un modelo nacional para las industrias culturales.

En diálogo con el programa La primera de la tarde (Radio 2), Avelluto dijo que el despido de Víctor Hugo “no es un caso de censura sino que una empresa que decide establecer su programación en función de sus propios criterios seguramente comerciales, editoriales, empresariales”.

“Considerar eso censura para mi es un error. El Estado es el que censura. Las empresas tienen el derecho de contratar a quien quieren y dejar de contratar a quien quieren. Nosotros sabemos muy bien lo que fue la censura no solamente en la dictadura militar, sino también en el gobierno anterior cuando se intervinieron los canales de televisión o en la época en la que Miguel Tato se encargaba específicamente de cortar las películas en el Ente de Calificación Cinematográfica”, dijo el ministro nacional.

“La censura la ejerce el Estado en los gobiernos autoritarios”, analizó Avelluto y agregó que el caso Víctor Hugo Morales “es gestión empresaria de los medios de comunicación”.

“No es un acto de censura, es una decisión de una compañía privada que responde a los intereses de sus dueños. Ojalá Víctor Hugo pronto consiga trabajo en otra emisora, creo que es una voz importante de la cultura argentina mas allá de cualquier diferencia política”, destacó el funcionario.

Subsidios

Por otra parte, el ministro Avelluto garantizó que “en el caso del cine o del teatro se van a mantener los subsidios”. “No hay ninguna idea de eliminarlos”, aseguró.

“La discusión que queremos dar en el teatro y en el sector audiovisual es qué modelo de industria queremos. Esa decisión la deben tomar los actores y representantes de cada sector, quienes deben sentarse en torno a una mesa a dialogar. El Estado no debe imponer su propia visión sino generar el ámbito de debate”, concluyó el ministro.