Las canas, las ganas, una catarsis emocional y hasta el look de alguna celebridad te empujan a la peluquería o a la perfumería, para un “cambio en la coloración del cabello”.

Bueno, antes de dar ese paso, conviene que te recuerdes esta “lista de errores más comunes a la hora de teñirte” el pelo que elaboró Cosmopolitan.

En el primer peldaño aparece el hecho de “elegir un color demasiado oscuro para el cabello natural”.

Para evitarlo, un buen indicador son las cejas, que muestran cómo se combina el tono de piel con el color de pelo y que sirvan como una guía para evitar errores.

Si accidentalmente se adquiere un color más oscuro que el deseado, se recomienda el uso de un shampoo clarificante que rebaje el tono.

Una alternativa doméstica puede ser mezclar cinco gotas de detergente para lavar platos con un cuarto del shampoo común para retirar el color.

Fuiste a la peluquería, no te gustó e intentás arreglar el “disgusto” con un desastre.

Cuantas más capas de tintura casera se utilicen para aclarar u oscurecer el cabello, más difícil es para un profesional corregirlo más adelante.

Ir a la peluquería sin tener decidido qué color de cabello se desea. Puede que suene raro, pero pasa que muchas y muchos se sientan en el sillón y responden con “un cambio” – a secas– al ser consultadxs sobre la coloración que se busca.

pelo corte

El error casi más común y menos recomendado es aclararse el pelo en casa.

Lograr el rubio ideal o incluso hasta un platinado es un deseo muy habitual, pero es muy importante hacerlo en una peluquería, sobre todo si el pelo es oscuro.

De este modo, evitás no sólo un inesperado naranja, en lugar de rubio, sino que tampoco te exponés a terminar con un mechón (o varios) en la mano.

En la lista, Cosmopolitan también incluye “no decirle al profesional los colores anteriores”.

Es importante contarle al colorista qué te hiciste previamente, ya sean reflejos, colorantes temporales o tintura de otra peluquería, porque aunque haya sido hace mucho tiempo, a menos que luego haya habido un corte, todavía quedan restos.

Y por último, permanecer con un colorista que no funciona: Cada profesional tiene su estilo y es muy probable que no todos sean adecuados para alguien en particular.

En este caso, lo mejor es experimentar hasta encontrar el color perfecto.

Ahora sí, suerte y actitud.