"Estaban muy cansados, demacrados, pidieron agua y se sentaron a esperar el final". Así relató un efectivo de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) cómo encontró a los prófugos Christian Lanatta y Víctor Schillaci en el interior de a arrocera Spalletti, de Cayastá. El médico que los atendió, en tanto, contó que Lanatta le dijo: “Perdón por este lío”.

Las TOE fueron quienes entraron a detenerlos, luego del aviso de policías de la zona que habían acompañado al empleado de la arrocera que fue tomado como rehén. 

A los pocos minutos, según trascendió, arribó al lugar el ministro de Seguridad santafesino, Maximiliano Pullaro, quien se abrazó con los jefes de las TOE, mientras que en Santa Fe el vicegobernador, Carlos Fascendini, confirmó las detenciones.