A raíz de la polémica por la jueza de Casilda, Cristina Pecoraro, que asegura que hay que multar a los padres de menores que cometan desórdenes, el concejal de Rosario, Jorge Boasso reflotó su proyecto de 2002 en el que impulsaba que los padres se hicieran responsables de los destrozos, desmanes, actitudes violentas y accidentes de tránsito protagonizados por sus sus hijos menores alcoholizados.

“Cada vez se conocen más hechos de vandalismo y daños en la vía pública que tienen a menores como protagonistas. Los días de comienzo o final de clases, o las previas de los boliches se convierten en riesgosas y son un claro ejemplo de ello. Por eso, es importante que los padres sean responsables de las acciones de sus hijos, como advierte la jueza de Casilda”, reafirma Boasso.

La propuesta a la que alude es de 2002, “ya que desde entonces se viene verificando un aumento de consumo de alcohol por parte de los jóvenes”, sostiene el edil.

“Las autoridades han hecho oídos sordos sobre esta problemática. Se debe penalizar de alguna manera estos hechos y una forma es hacer responsable a los padres, tutores o guardadores de menores que participen en desordenes en lugares públicos, en estado de ebriedad o en sitios no permitidos para su edad”, remarca Boasso, quien propone que “se modifique el Código de Faltas y que se sancione con trabajo comunitario y asistencia a talleres de conciencia educativa, donde se trate la temática y en los cuales, padres e hijos puedan encontrarse con pares que viven y sufren el mismo conflicto”.

También señala que deben ser penalizados los moradores, inquilinos y/o ocupantes de las fincas particulares en las que se realicen reuniones de menores de 18 años y se les facilite el ámbito para la ingesta de bebidas alcohólicas, siempre que los menores transiten o se los encuentre alcoholizados en la vía o lugares públicos y protagonicen incidentes o desmanes.

Un caso testigo

El episodio protagonizado por un joven visiblemente alcoholizado que provocó un triple choque en el Puente Pueyrredón, se viralizó en internet, en septiembre de 2014, y desató la indignación colectiva.

En las imágenes se observaba al padre tratando de encubrirlo para eludir su responsabilidad en el hecho.