Para prevenir que las paredes de la facultad pública de Derecho terminen otras vez escritas con aerosol, las autoridades decidieron colocar un cerco perimetral. La medida causó revuelo y disparó la discusión sobre la forma en la que se destruye y cuida el patrimonio local. Desde la Municipalidad se mostraron en contra del vallado. Por Radio 2, una empresa argentina propuso una solución sin rejas.

En diálogo con A Diario, el programa que conduce Alberto Lotuf, Victor Solmi, el responsable de eliminar los graffitis de los subtes porteños, contó su método que permite deshacerse de la pintura de aerosol y adelantó que lo propondrá al decano de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario.

Se trata de dos sustancias que actúan en dos tiempos: para remover la pintada ya estampada, o para evitar que se haga. Uno de los productos –explicó– diferencia la pintura original de la superficie y remueve el aerosol; el otro, funciona como una especie de impermeabilizador que evita que el grafitti se adhiera.

En 2013, Solmi inició con el gobierno de Capital Federal, el programa Buenos Aires Graffiti Cero. Advirtió que se trata de un plan de largo aliento que tiene como objetivo limpiar, comenzando por los subtes, la ciudad de graffitis.