Mujeres que viven solas en viviendas de barrio Industrial están atemorizadas por la ola de robos que azota la ciudad y hartas de las entraderas en esa zona se aferraron a la fe.

Las vecinas decidieron colocar más rejas, reforzar las puertas y estar comunicadas entre ellas. Pero además de todas las medidas de seguridad habituales también optaron por recurrir a las imágenes religiosas en las puertas para que protejan el hogar.

“Las casas que tenían este santo se salvaron de las bombas en Polonia”, asegura una mujer detrás de la reja de la puerta de entrada en diálogo con el periodista Pedro Levy (El Tres).

Otras vecinas optaron por salmos, calcos de la virgen o rosarios. Aseguran que los ataques ocurren a toda hora del día pero sobre todo de madrugada. Creen que los ladrones averiguan primero los datos del barrio y después cometen los robos.