Desde la provincia se analiza sancionar a Rosario Central por la agresión que sufrió el director técnico de Tigre, Gustavo Alfaro, por parte de un plateísta al que todavía se intenta identificar. Se podría clausurar una parte del Gigante de Arroyito. Además, habrá reuniones con la comisión directiva auriazul para avanzar en la colocación de acrílicos en los puntos neurálgicos del estadio. 

En diálogo con el programa Radiópolis (Radio 2), el secretario de Coordinación de Seguridad en Competencias Deportivas y Espectáculos Masivos, Pablo Farías, explicó que todavía la sanción “no está resuelta” y que esta semana habrá reuniones con la comisión directiva de Rosario Central para evaluar un plan de seguridad.

“No está resuelta la sanción. Seguramente sea menor, es decir, una plantea. Cuando los hechos se producen con mayor frecuencia y gravedad en un estadio se deben tomar medidas para que se tome conciencia. Nos reuniremos con autoridades del club porque una medida sola no sirve si no está acompañada por un plan dirigido a mejorar la seguridad”, agregó el funcionario provincial.

Consultado sobre la colocación de acrílicos en los puntos neurálgicos del Gigante de Arroyito, Farías dijo que el tema “se planteó” con la comisión directiva, aunque falta avanzar en el tema.

“Venimos trabajando con Central varias medidas físicas. Lo primero que se hizo fue mejorar el sector de prensa, donde el año pasado se registraron agresiones a periodistas que cubrían el partido con Racing”, añadió.

Sobre la agresión de un plateísta al técnico de Tigre, Farías comentó que si bien “hay cámaras del club y filmadores puestos por la Secretaría pero el sistema no es completo”. “Es muy difícil, había 38.900 personas, no se pudo visualizar a la persona que arrojó la supuesta piedra. Lo que vamos a hacer es tratar de localizarlo, porque los plateístas suelen ocupar siempre los mismos lugares”, expresó.

“El fútbol está en una situación grave. Da la sensación que en la cancha la gente no quiere respetar ninguna norma, ningún límite”, concluyó.