“Vergüenza”: según el diccionario de la lengua Española proviene del latín, “verecundĭa” que significa turbación del ánimo que suele encender el color del rostro ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena.

Entre sus acepciones figuran:

- Encogimiento o cortedad para ejecutar algo.
- Deshonra, deshonor.

También se refiere a una pena o castigo que consistía en exponer al reo a la afrenta pública con alguna señal que denotaba su delito “sacar a la vergüenza”.

Además se suele tener vergüenza ajena cuando uno se ve afectado por lo que hacen o dicen otros de ruin o inconveniente, también se califica de sinvergüenzas a los estafadores.

Vergüenza por primera vez

Esta emoción aparece en la infancia alrededor de los tres años y pone un límite a lo pulsional. Es una de las situaciones afectivas que más incomoda a las personas por las reacciones físicas, pensamientos desagradables, angustia e inhibiciones que produce.

Aparece abruptamente y abruma a la persona que instantes antes se sentía bien, ya que hace público algo privado e inconveniente.

El lenguaje corporal

El cuerpo con su lenguaje propio “habla”: surge el rubor, la opresión en el pecho, el bajar la mirada, la cabeza gacha y las ganas de salir corriendo, entre otros padecimientos.

Resulta muy desagradable este estado que generalmente empeora al tomar conciencia de la situación; la persona suele avergonzarse de la vergüenza, y empieza a sentirse como un niño pequeño, débil y desamparado en un envase de adulto.

Desde el Psicoanálisis aparece este afecto vinculado con los deseos sexuales, en especial la escoptofilia (pulsión de mirar) y el exhibicionismo (pulsión de exhibirse).

La vergüenza es la resultante de haber sido mirado por otros, de tener sobre sí la mirada de los otros, de mirar y ser mirado.

Otra miradas

Vergüenza y culpa pueden estar asociadas en el sentido de pensar o realizar algo indebido.
Aristóteles conceptualiza en su ética a la vergüenza como una “cuasi-virtud” en el sentido del arrepentimiento por la realización de un acto malicioso. 

Sentir vergüenza en un grado adecuado es una vivencia normal que da cuenta de un sujeto humanizado, socializado y con un sistema de valores. Cuando este sentir se intensifica generalmente inhibe la acción de las personas ya que nos encontramos frente a un conflicto emocional originado en la infancia que suele angustiar y deprimir bastante.

En relación a obtener un beneficio de esta situación podríamos pensar lo siguiente: la vergüenza que incomoda enseña que algo no está bien en nosotros y en esa circunstancia invita a reflexionar sobre la misma.

La verguenza en los niños

La vergüenza devela, deseos, fantasías, e intimidades del que la padece. Guarda una estrecha relación con la curiosidad  sexual  infantil y con las investigaciones que hacen los niños sobre la sexualidad. Este tema tiene relación con la escoptofilia, el interés por los propios genitales y con el de los otros niños, las diferencias sexuales,  el inspeccionarse los genitales, el espiar a otros, etc.

Hacia los 3 años de edad los niños comienzan a preguntarse cómo llegan los bebés e interrogan a los padres sobre ello. Es un tema recurrente en su pensamiento ya que tratan de resolver el dilema a través del armado de teorías: Por ejemplo, la cigüeña, el repollo, la semilla que se comió y nació el bebé. etc. Com. consecuencia de esta actividad comienza a surgir la vergüenza como emoción.

Qué hacer con un chico vergonzoso

- Contenerlo
- Responderle sus preguntas sobre sexualidad de una manera natural, sin trasmitirle prejuicios
- Respetar su intimidad
- Evitar los castigos y amenazas
- Poner límites en el caso de requerirlo

Lic. Mónica Cruppi – miembro didácta de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y Full Member IPA. Especialista en niños y adolescentes.