El tai-chi es una antigua práctica china centrada en la flexibilidad y la coordinación de todo el cuerpo, prestando atención a promover el movimiento armonizado en el espacio. Un análisis de estudios indica que esta práctica puede ayudar a reducir el número de caídas tanto en la población adulta mayor como en los adultos en riesgo. Los resultados se publicaron en Journal of the American Geriatrics Society y los reprodujo el portal jano.

“Esto sugiere que la práctica podría ayudar a proteger contra las caídas, que son la causa primaria de muerte traumática en adultos mayores y que generan una gran carga en el sistema de salud pública debido a las comorbilidades asociadas en sujetos que caen. Por lo tanto, la prevención de caídas surge como un objetivo mundial importante para las políticas de salud dirigidas a las poblaciones mayores”, explica Rafael Lomas-Vega, vicedecano de Fisioterapia de la Universidad de Jaén (UJA) y miembro del grupo de investigación de este trabajo. 

En cuanto a las caídas perjudiciales, algunas pruebas de muy baja calidad indican que el tai chi reduce el riesgo en un 50 % a corto plazo y en un 28 % a largo plazo. La práctica del tai-chi puede reducir el riesgo de caídas en casi la mitad durante el primer año de seguimiento, y este efecto puede extenderse a más de un año de seguimiento, aunque la magnitud del efecto se reduce sustancialmente.

A largo plazo, “la práctica del tai-chi puede recomendarse para prevenir caídas en adultos mayores y en adultos en riesgo. La duración de las intervenciones varió de 12 a 26 semanas, mientras que la frecuencia de las sesiones de un hora varió de una a tres veces por semana", señala Lomas-Vega. "Sin embargo, debido al pequeño número de estudios publicados, se necesitan más ensayos que investiguen el efecto del tai-chi sobre las caídas perjudiciales y el tiempo hasta la primera caída".