Además de la polémica por la represión en las calles que habilita el Protocolo del Consejo de Seguridad Interior, el Sindicato de Prensa Rosario (SPR) sumó un repudio a ese plan de acción porque impone “corralitos” para los periodistas, lo que implica una “limitación” para el trabajo profesional vinculado “al alejamiento del lugar de los hechos y con el no poder registrar las acciones represivas, para que luego el poder político pueda invocar los temerarios «excesos»”.

Mediante un comunicado, el SPR señala que “ese protocolo fue entregado a los medios de comunicación por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich” y si bien está destinada, se dice, a evitar cortes de calles, avenidas, rutas nacionales y autopistas, “el texto de la resolución tiene puntos que generan enorme preocupación, ya que con la excusa de garantizar la libertad de circulación, y de pretender dar la imagen de un país aséptico y ordenado, se va por el derecho de todos los argentinos y argentinas a manifestarse contra sus derechos vulnerados que son muchos”.

“La asignación de un «corralito» para los periodistas que se encuentren cubriendo una manifestación pública determinada, desconoce la esencia misma de la labor informativa y muestra una intencionalidad limitativa. Esa limitación tiene que ver con el alejamiento de los trabajadores de prensa del lugar de los hechos, y con el no poder registrar las acciones represivas, para que luego el poder político pueda invocar los temerarios «excesos». Desde luego que la seguridad de los trabajadores de prensa es una prioridad entre las preocupaciones del sindicato, pero en este contexto, es ingenuo pensar que el protocolo tiene un interés genuino sobre el tema”, añade el texto.

“Hay que decir –continúa- que no sirve a los periodistas ni a la sociedad, que sean esas mismas fuerzas las que filmen o graben los operativos ‘en la medida de las posibilidades’, tal cual se manifiesta, bajo el pretexto de ponerlos a disposición de la justicia. Cuando ese mismo material sea entregado a los medios de comunicación, se transformará en una pretensión de ocupar el lugar que corresponde a los trabajadores de prensa para dar cuenta de la información, y en un ámbito tan particular como lo es el de la protesta social. Nada de esto tiene que ver con los mejores principios del trabajo, la ética y la responsabilidad social de los periodistas”.

“Por último, el SPR entiende que el pretendido protocolo del Consejo de Seguridad Interior desconoce la importancia de la labor de los trabajadores de prensa en la construcción de la información que corresponde a los distintos sectores o actores sociales que componen la sociedad”, añade el SPR.