En noviembre último, en el marco del Día de la No Violencia hacia las Mujeres, la Subsecretaría de Género de la provincia solicitó a los titulares de municipios y comunas que suspendieran los certámenes de belleza en las fiestas populares. Si bien la iniciativa influyó en algunas jurisdicciones que decidieron suspender los concursos, la "Fiesta Nacional de Reinas Nacionales" que se realiza cada año durante el mes de enero, en la localidad de Carlos Pellegrini (departamento San Martín) sigue en pie y el 27 de enero de 2017 recibirá a casi 40 “soberanas” de todo el país, para celebrar su Edición 29.

Lentos son los cambios culturales. Tanto que ante la pregunta sobre la sugerencia del gobierno provincial, algunos dirigentes se muestran casi sorprendidos por la iniciativa y retrucan sus fundamentos. Que “reinas se eligieron siempre y para qué cambiar”, que entonces “suspendamos las películas de Disney, donde son todas princesas”, que “la mujer no es sólo belleza, sino también dulzura y simpatía” (sic).

Estos argumentos que siguen justificando la concreción de certámenes de belleza y denotan cierta fascinación por las monarquías y su vocabulario propio –reinado, soberanas, coronas, capas, cetro– resuenan muy firmes aún en algunos interlocutores a los que, excepto que medie una prohibición expresa, no están dispuestos a dejar de lado por propia voluntad los mencionados eventos y la posibilidad real de ver de cerca a decenas de adolescentes desfilar en traje de baño y discurrir sonrientes acerca de hobbies y gustos personales.

Algo de esto sucede en la localidad de Carlos Pellegrini, donde desde hace 29 años, en el mes de enero, se realiza la "Fiesta Nacional de Reinas Nacionales" que convoca a las distintas reinas de cada provincia, para la elección de la “reina de reinas” y concentra a miles de personas durante dos noches de verano.

El evento que en 1986 fue declarado de Interés Nacional por la Secretaría de Turismo de la Nación, se presenta oficialmente como un intento de “mantener viva la llama de las tradiciones, costumbres y amistad” y el presidente del Club Americano, organizador de la Fiesta, Sergio Meinero, así lo ratificó en diálogo con el programa A la Vuelta (Radio 2).

“Nosotros seguimos insistiendo en lo nuestro. Es muy lindo encontrarse con todas las delegaciones y sus propias culturas, porque cada reina trae la cultura de su lugar, además de su belleza y su simpatía”, explica Meinero, lejos de comprender, al menos explícitamente, la vinculación entre los concursos de belleza y la cosificación de la mujer”.

Sobre la posibilidad de pensar alguna alternativa en caso de suspenderse la famosa Fiesta, el dirigente responde que todavía no tienen nada pensado. “Tenemos la Fiesta en un mes y estamos trabajando sobre ella; pero todo puede ser”, dice y parece abrirse a otras opciones, pero inmediatamente remarca: “claro que podríamos hacer otra cosa, pero siempre elegiríamos una reina. Hay que dejar como está la cosa. Hasta ahora no hubo problema y nadie se sintió tocado por esto. Habrá quien es mejor en belleza y quien lo es en su profesión”.