Si tenés entre 30 y 40 años posiblemente hayas tenido o tengas un blog, quizás dos o más. Tal vez mientras leés este artículo digas “¿Qué habrá sido de…?”. Pues prepararte para buscarlo en la web, rastrear su contraseña y activarlo nuevamente, si no es que ya lo has hecho antes.

Los blogs supieron ser un fenómeno por mucho tiempo, desde los ’90 hasta 2007 al menos, con la posibilidad de hilar conversaciones en hilo que introdujo WebEx por entonces. Distintas plataformas comenzaron a abrir sus espacios para la creación de bitácoras virtuales, tales como Blogger, WordPress, LiveJournal, Xanga, entre otros.

La idea de que un mismo sitio contenga cientos o miles de blogs generaba una nueva comunidad virtual donde todos compartían sus experiencias y donde entre sí podían comentar sus posteos y valorarlos. No muy diferente de lo que hoy se denomina red social en donde cada perfil de usuario sería lo que antes se denominaba blog, pero claramente en cada red social hay reglas muy puntuales del juego.

A diferencia de estas, los blogs son diarios en línea auto gestionados por sus usuarios, desde el diseño hasta la redacción del contenido. De allí que empezaran a crearse blogs dedicados a diferentes temáticas: turismo, moda, personalidad, espectáculos, política, educación, etc. Para dar con uno de ellos bastará con poner en el buscador lo que pretendemos encontrar.

Es común que empecemos leyendo un blog y sin notarlo terminemos viralizando por distintos sitios, es que a medida que fueron creciendo como fenómeno éstos permitían incluir más herramientas interesantes, como los hipervínculos con los que se podían señalar fuentes textuales o de bancos de imágenes.

Los clics que mantienen la vida de un blog

Aquellos blogs que quedaron en el olvido pueden tener un gran valor en la actualidad, depende ciertamente de un término que muchos habrán escuchado alguna vez pero que quizás no sepan cómo darle forma: la indexación.

Indexar un blog es la gestión más importante para revivirlo. Como su término lo indica, esto implica “Ordenar una serie de datos o informaciones de acuerdo a un criterio común a todas ellas para facilitar su consulta y análisis”. Si tenías un diario online es momento de revisar su contenido y unificarlo en una temática, de esta organización dependerá el éxito de la misma.

Los contenidos publicados en los blogs pueden ser vendibles en tanto el mismo contenga las herramientas necesarias como para atraer visitas, mantenerlas y llevarlas, de alguna u otra manera, a cliquear. En concreto, los clics que cada visitante haga en tu blog se pueden convertir en la razón principal para que revivas el bloguero noventoso que tenés adentro tuyo, o si pertenecés a otra generación, para que lo hagas crecer.

Bastará con monetizar el blog para que estos clics sean importantes para nosotros. Para ello, Google -quien se apoderó nada menos que de Blogger en el año 2003 viendo allí un buen nicho comercial- generó dos poderosas herramientas: AdSense y AdWords.

Ambos son programas gratuitos que se incorporan al blog mediante un código interno en la estructura programática del mismo. Dicho así parece que hay que saber mucho para hacerlo. Pues no, afortunadamente el gigante se ha tomado el trabajo de generar tutoriales en línea que hasta un ama de casa podría seguir paso a paso.

AdSense permitirá que el editor de un blog coloque y hasta personalice anuncios de otros sitios en su plataforma. De esta manera, Google mediará para pagar un mínimo valor por cada clic que un visitante haga sobre ese anuncio. Desde el otro lado, quien desee ser anunciante con su propio blog o sitio web podrá hacerlo generando una cuenta AdWords. Aquí también Google será el beneficiario que brindará todos los trucos para que las campañas de anuncios funcionen.

Mientras más visitas logres a tu blog, más posibilidades tendrás de que se generen clics y tu monedero virtual empezará a llenarse. Al cabo de un tiempo y si sos un bloguero nato, el motor de búsqueda te avisará que hay dinero en tu cuenta.

Mantener una idea

Hasta aquí todo parece maravilloso, sin embargo, la motivación por reflotar tu blog no debe ser solamente el poder monetizarlo. Deberás saber que como todo emprendimiento requiere de tiempo, perseverancia y trabajo para mantenerlo, por lo que te irá aún mejor si otra de tus motivaciones fueran volver a volcar tus experiencias sobre una ciber bitácora.

Está comprobando que los blogs con contenido original, bien elaborado, escrito en primera persona y atentos a mantener el feedback con sus seguidores son los que más éxito tienen, aún cuando no se destaquen por su diseño. A esto se le llama “mantenimiento”.

Para mantener tu blog en línea no es necesario tener grandes conocimientos, aquí podemos utilizar varias herramientas gratuitas que son la tabla de los diez mandamientos para los blogueros pues permiten administrar, coordinar, editar contenido, moderar comentarios y todo de forma sencilla. En cada plataforma encontrarás diferentes herramientas destinadas a este fin.

Para la psicóloga clínica Marina Diaz que además es bloguera, es recomendable tener un blog y hasta lo aconseja a sus pacientes porque tiene beneficios “psicológicos y profesionales”. Asegura que es una experiencia de auto reconocimiento, de observación, perseverancia y hábito, al tiempo que ayuda a mejorar la capacidad de expresión escrita, fomenta nuestro sentido de persuasión, nos sitúa como seres sociales en un medio infinito y nos coloca como líderes de opinión en el mismo.

Además de lograr ganar un peso por cada clic, ¿estas no son suficientes razones para reflotarlo?

Fernando Llorente
DonWeb.com