El Ministerio de Salud provincial, a través de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal), efectuó recomendaciones a la población para la protección y seguridad de los alimentos en caso de emergencias climáticas, como intensas lluvias y anegamientos de los últimos días.

Con ese contexto, se recordó que “las emergencias climáticas son una condición adversa que crea una situación de riesgo sanitario que puede comprometer la seguridad de los alimentos que consumimos, tanto durante la emergencia como en los días posteriores”.

Manipulación segura de alimentos

Atento a ello, las recomendaciones son las siguientes:

- Desechar los alimentos que pudieron estar en contacto con el agua de inundación; tengan olor, color o textura anormales; los perecederos (incluidos la carne, el pollo, el pescado, los huevos y las sobras) que hayan perdido las temperaturas de refrigeración (mayores a 5°C) por dos horas o más; y todos los enlatados cuyos envases estén abiertos, dañados o hinchados.

- Los alimentos envasados en recipientes impermeables y de cierre hermético (latas o tetrapack) que no estén dañados y que hayan estado en contacto con el agua de tormenta o inundación, pueden recuperarse siguiendo las instrucciones que a continuación se detallan: quitar la etiqueta, lavarla y meterla en una solución de una taza de lavandina concentrada (según las instrucciones del envase) con 20 litros de agua potable.

- Desechar aquellos alimentos frescos o envasados en recipientes permeables que hayan entrado en contacto con las aguas de la inundación ya que no se pueden desinfectar.

- Seguir las medidas básicas de higiene: lavarse las manos con jabón y agua segura antes de preparar o comer alimentos, después de usar el baño o cambiar pañales, después de haber participado en actividades de limpieza y de manipular artículos contaminados por las aguas de la inundación o aguas negras.

- Lavar completamente con agua caliente y jabón las ollas de metal, platos de cerámica y utensilios que han tenido contacto con aguas de inundación. Desinfectarlos hirviéndolos en agua segura o sumergiéndolos en una solución, respetando la concentración y tiempos de actuación indicados en el rótulo del desinfectante. Dejar secar antes de volver a utilizarlos.

- Desechar aquellos utensilios y artículos de uso doméstico tales como recipientes plásticos, mamaderas o chupetes de bebés que hubieran entrado en contacto con las aguas de inundación, y que debido a sus componentes no puedan someterse a los tratamientos de desinfección detallados anteriormente.

Ante cortes de energía

Asimismo, la Assal hizo una serie de recomendaciones ante cortes de luz que ponen en peligro la seguridad de aquellos alimentos que requieren de la cadena de frío para su conservación. Se aclaró que el grado de pérdida y preservación de éstos, dependerá del tipo y cantidad de alimentos que estén guardados en la heladera.

Por ello, se debe tener en cuenta:

- Abrir lo menos posible la heladera durante los cortes de luz.

- Revisar que el cerramiento de la heladera (burlete) esté en buenas condiciones, ya que su deterioro contribuye a la pérdida de frío.

- Limitar la compra de alimentos perecederos que necesiten ser refrigerados.

- Tratar de reemplazar los alimentos perecederos por otros no perecederos (por ejemplo, usar leche en polvo en vez de leche fluida).

. Extremar cuidados con el consumo de todo tipo de carne (vaca, pollo, pescado). Se debe cocinar muy bien y en forma completa. Si perdió la cadena de frío, deberá ser desechada aunque conserve su color y olor (la proliferación de bacterias se produce antes de que esas características se modifiquen).

- Los alimentos conservados en el freezer deben revisarse antes de su consumo. Si se observa descongelamiento (cajas mojadas, ablandamiento, presencia de cristales de hielo), consumir los productos en el momento. Nunca se debe volver a congelar algo que ya se descongeló.

- Ante la duda, evitar el consumo de los alimentos que hayan permanecido más de dos horas por encima de la temperatura de conservación recomendada.