Tras el dolor, más sufrimiento. Un hombre que perdió a su hijo en un accidente, fue asaltado por dos chicos en un cementerio de Villa Gobernador Gálvez, cuando visitaba su tumba. Los ladrones le robaron los lentes, propiedad del joven fallecido. Ante la pasividad policial, tomó contacto con el padre de uno de los delincuentes y logró recuperar el preciado objeto.

La increíble historia fue desmenuzada hoy en Radiópolis (Radio 2) por Jorge, el cuñado de la víctima. Ambos fueron el domingo pasado al cementerio Parque de la vecina localidad para visitar la tumba de su sobrino, quien murió en noviembre pasado en un accidente de tránsito. “Andaban dos pibes, uno de arrima con una pistola envuelta en la remera. Nos dicen “están robados””, comenzó su relato.

“Mi hermano le dice que se tranquilizaran, le da la billetera con 700 pesos y le pide los documentos. Pero no se conformó, quería las ojotas y los lentes de mi cuñado que eran de mi sobrino fallecido”, continuó. Según indicó, los chicos tomaron los anteojos y salieron corriendo, escapando por un tejido. Ganaron el exterior del predio y se perdieron de vista.

“Llamamos al comando (radioeléctrico) y llegó 45 minutos después”, sostuvo. De acuerdo a lo que expresó, junto a los vecinos, lograron identificar a ambos ladrones rápidamente –uno de ellos, hijo del llamado “el muerto”–pero los policías no iniciaron su búsqueda.

A continuación, mientras Jorge y su cuñado se alejaban del lugar, advirtieron al ladrón señalado en un kiosco. Lo persiguieron a gran velocidad pero logró huir. “Casi lo chocamos, estábamos muy nerviosos”, admitió en conversación con Pablo Montenegro y Almudena Munera.

De regreso a sus hogares, contaron lo sucedido al yerno de Jorge, quien se contactó con un amigo que, curiosamente, pudo establecer conexión con el apodado “el muerto”. Retornaron a Villa Gobernador Gálvez y se reunieron con el padre y el joven que accedió a entregar los lentes y sólo 300 pesos. “Nos dijo que la mitad se la había llavado el otro pibe”, agregó.

“La policía saben quiénes son y no hicieron absolutamente nada”, se quejó Jorge, quien terminó el diálogo con un detalle: “Cuando corrimos al chico se le salieron las ojotas. Se las llevamos y se las devolvimos al papá”, contó.

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Jorge (Radio 2)