Graves incidentes con represión a manifestantes se registraron este jueves al mediodía en el ingreso de la cámara de Diputados, en el Congreso de la Nación, donde estaba prevista la sesión especial para el debate de la reforma previsional, que finalmente se levantó. 

Pasadas las 13.50, sobre la avenida Rivadavia en el centro porteño, agentes de Gendarmería y de la Policía comenzaron a arrojar gases lacrimógenos ante piedrazos y corridas de personas que estaban apostadas en el lugar para repudiar el proyecto jubilatorio. Había heridos, incluso dos legisladores, y al menos cinco detenidos.

La zona más próxima a las vallas de seguridad quedaron despejadas al rato pero la tensión continuaba. Los comercios de la zona permanecían todos cerrados.

El clima se trasladó al interior del Congreso, donde algunos diputados se negaban a ingresar a sesionar mientras otros reclamaban su derecho de poder entrar.
Pasadas las 15, el presidente de la cámara de Diputados, Emilio Monzó, levantó la sesión tras el pedido de la legisladora de Cambiemos Elisa Carrió, quien lo reclamó debido al "clima de violencia que el interbloque Cambiemos no generó", según dijo.
No obstante, los enfrentamientos entre manifestantes y agentes de las fuerzas de seguridad continuaban en las inmediaciones del Congreso pese a la decisión del oficialismo de suspender la sesión especial.
Agentes de Gendarmería nacional disparaban balas de goma sobre la avenida Entre Ríos, detrás de los vallados apostados en el frente principal del Palacio Legislativo, y arrojaban gases lacrimógenos para impedir el avance de manifestantes que intentaban desbordar las vallas y pugnaban por acercarse al Congreso.