El subdirector general de cementerios del municipio, Marcelo Alonso, admitió que existe un atraso en las inhumaciones, producto de las malas condiciones climáticas que dificultad la tarea. Explicó, además, que los restos óseos que –según familiares de personas fallecidas– se acumulan en un galpón, “ya cumplieron su proceso de degradación en tierra y no precisan refrigeración”.

“Estamos teniendo un atraso de 24 horas en las inhumaciones, pero esa demora está permitida por la ordenanza municipal vigente para los servicios gratuitos. En realidad, había dos casos puntuales, de dos cajones que quedaron en el depósito a la espera de que las condiciones del tiempo mejoren”, explicó Alonso, y aseguró que el cementerio cuenta con suficiente espacio para enterrar los restos que se derivan allí.

Respecto del “basural” al que hacían referencia los familiares, el funcionario dijo que los empleados del cementerio que limpian el predio suelen acumular la basura en un galpón hasta que pasa el camión –que no puede ingresar al cementerio– a recogerlos.