El ex jefe de servicio de diálisis del Centenario, Osvaldo Rodenas, negó que haya ocultado información sobre los casos de hepatitis C y aseguró que “toda la historia del servicio está documentada”. Consideró que no cometió errores pero deslizó: “Se están dirimiendo interese oscuros”. Admitió que el personal nunca estaba disponible en su totalidad.

En diálogo con el periodista Roberto Caferra (Radiópolis, Radio 2), Rodenas descartó que haya ocultado información sobre el brote de hepatitis C desatado en septiembre y que afectó a unos 20 pacientes, tal cual señalaron desde el consejo directivo del Hospital Centenario. “Pueden investigarnos con toda tranquilidad, toda la historia del servicio está documentada”, sostuvo.

“Hay cosas raras que escucho, en septiembre del año pasado cuando tomamos conocimiento de los primeros casos tomamos medidas, entre ellas, un descarte total del material. Lo que se descarta –explicó–es el filtro de diálisis que en cualquier parte del mundo se reesteriliza. En forma inmediata reaccionamos y tomamos medidas, hablar de falta de información resulta raro”, observó.

Luego, continuó: “Si en septiembre surge el primer caso y en octubre, noviembre y diciembre se eliminan los filtros, evidentemente tiene que haber tenido alguna información. Yo indico lo que necesito”. Y por si no quedaba claro, remarcó que las autoridades del hospital conocían la situación: “Teníamos reuniones en forma sistemática, hasta dos veces por semana, con profesionales y los directivos”.

En otro tramo de la conversación, sostuvo: “Me resulta muy raro (la postura de la dirección del hospital), se supone que estamos entre caballeros y negar este tipo de cosas es llamativo. Pensar que una sola persona puede ejecutar esta situación resulta, por lo menos, sospechoso”. 

Rodenas se mostró “exceptico” con que “intereses bastante ocultos salgan a la luz”. Aseguró sobre su proceder: “No hice nada mal. Uno intenta dar más de lo que puede pero no siempre es interpretado por determinadas fuerzas”, destacó. También aseguró que no fue desplazado de su puesto sino que dio un paso al costado para darle "transparencia" al proceso. 

Consultado sobre la relación que mantenía con el resto de sus compañeros de área, indicó: “Nosotros teníamos disponibles 33 técnicos de diálisis, 12 de servicios generales y 8 médicos más, más los dos que dimos un paso al costado”. Rodenas analizó la posibilidad de que “gran parte de lo que pasó puede estar relacionado a que siempre teníamos un 30 por ciento menos del personal en servicio. Había grandes dificultades porque para una cantidad de pacientes, de 22, 23, 25, había una sola persona encargada de la limpieza. Pero todo esto ha sido reclamado y documentado”, subrayó.

Finalmente, agregó: “Mi preocupación son los pacientes, mis pacientes, de los que nos estamos olvidando por tratar de decir y expresar, son ellos a los que se los agrede y lastima. No tenemos derecho a hacer esto”.

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