El verano es una de las estaciones del año más lindas y en donde se busca aprovechar al máximo cada minuto de sol. Pero hay que “romper con el viejo paradigma que estar quemado es más lindo”. Al menos, según la recomendación de algunos especialistas.

Tener un buen bronceado es lindo, pero no hay que abusarse porque la piel sufre la exposición al sol y puede traer consecuencias graves como es el cáncer de piel, recordó la dermatóloga Dolores Boja (matrícula N° 6.872) por Radio2.

“Aunque no lo veamos el sol siempre está. Hay que desconfiar de los días nublados porque los rayos que hacen mal a nuestra piel también pasan a través de las nubes. Lo que falla es la capa de ozono, la capa protectora de la atmósfera. Y por lo tanto hay que prevenir”, explicó la médica en el programa Todavía no es tarde.

Y dio un método práctico para saber cuándo se puede o no tomar sol: “Hay que guiarnos por la sombra proyectada de un lápiz; paramos el lápiz sobre la arena y miramos si la sombre es corta, gran peligro, sombra larga podemos tomar sol”.

Con respecto al uso de accesorios y prendas para estos días de calor, Boja explicó: “El uso del sombrero es de gran protección no sólo del sol, sino también previene los golpes de calor, o los fuertes dolores de cabeza”.

Y manifestó que en la actualidad hay prendas que vienen con protección solar: “En lo posible hay que recurrir a determinadas marcas que especifican que tiene protección solar. En los lugares donde se venden elementos de camping y demás van a encontrar marcas muy conocidas que su tela especifica que tiene factor de  protección solar al igual que los gorros”.

Para el cuidado de los más chicos de la familia recomendó no llevarlo a la horas picos, usar bronceadores adecuados que son los bloqueadores de tipo físico, hidratarlos, alimentarlos liviano y  tratar de que no se quemen. Además pidió a los adultos “romper con el viejo paradigma de que estar quemados, es estar más lindo”.

“El factor de protección solar no nos tiene que inducir a una falsa protección excesiva. No es que nos ponemos un bloqueador y nos exponemos al mediodía. Los factores de protección son imperfectos en sí mismos, es un elemento más a protegernos pero no nos da una libertad total y menos si nos sumergimos en una pileta y nos olvidamos de retocarlos cada dos horas”, manifestó Boja.

“Tenemos que proteger nuestra cara. Una visita anual al dermatólogo es obligatoria, el cáncer de piel viene avanzado muchísimo y las lesiones de piel están en alza. Es necesario para controlar manchas, lunares y exigirle al dermatólogo que nos enseñe a mirar nuestros lunares que nos alertan sobre una posible transformación de los mismos”, recomendó le especialista para evitar luego sufrir consecuencias.

“Hay que proteger a los niños, no los lleven a la playa y menos en horarios inadecuados. Porque todas las personas que han tenido cáncer de piel, que ahora por suerte detectado a tiempo es manejable, tienen antecedentes de alguna quemadura importante antes de los 5 años de edad”,  explicó. Y pidió “hacer un cambio de paradigma, hay que educar para la salud”.