En el Concejo se vive un final de bandera verde por la autorización o no del autódromo de Rosario para la primera carrera programada en ese circuito, que corresponde a la categoría TC 2000 y debería llevarse a cabo el próximo 26 de abril. Mientras los ediles opositores siguen firmes en su postura de no aprobar la utilización del trazado por falta de obras, el bloque oficialista apuesta a una autorización provisoria para luego encarar las reformas que faltan.

El Concejo debe tratar una nueva ordenanza que regule el funcionamiento del autódromo, ya que la anterior venció en diciembre. El Ejecutivo propuso en octubre que se apruebe una nueva normativa, que es muy similar a la anterior. Pero los ediles opositores advierten que el municipio no ejecutó las obras de seguridad e insonorización que se había comprometido a realizar.

La situación es complicada de cara a la fecha de TC 2000 programada para el fin de semana del 26 de abril: esta semana ya no se tratará y la que viene es muy difícil que se aborde porque están los feriados por Semana Santa.

El periodista Ariel Borderi anticipó desde el móvil de Radio 2 que la estrategia oficialista es lograr que se autoricen las próximas tres carreras en el autódromo Juan Manuel Fangio y luego concretar las obras que se exigen en el circuito, sobre todo la instalación de un destacamento policial y el paredón de insonorización.

Este miércoles el concejal del PRO, Carlos Cardozo, apuntó que la contrapropuesta de las autoridades del autódromo -manifestaron que los trabajos finalizarán el 16 de julio- “no es seria” y expresó que no van a “firmar un cheque en blanco”. 

El concejal Manuel Sciutto, de la bancada socialista, reconoció que “en estos momentos estamos sin la autorización para que se realice la carrera de TC 2000 del 26 de abril”, pero a la vez confió en que “se llegará a un acuerdo para que la ciudad no se pierda este gran evento deportivo que trae beneficios turísticos y económicos”.

Por su parte, la edila Daniela León dijo este jueves en el programa Radiópolis (Radio 2) que la mejor opción es “tener un autódromo metropolitano en otro lugar”, para buscar un “equilibrio” entre el pedido de los vecinos que se quejaron de los ruidos que se generan en las competencias y “la pasión de miles de personas de toda la región por el automovilismo”.