Un fallo judicial habilitó a una pareja a inscribir como propia a una niña que fue gestada por otra mujer. Se trata de la primera sentencia en el país en torno a la denominada “maternidad subrogada”, previa a la aprobación del nuevo Código Civil que contempla esta figura. Los detalles del caso fueron publicados por el diario Clarín.

Hace apenas unos días, los padres de B.M., una beba que nació en abril del 2012 a través del vientre prestado de una amiga de la madre, lograron que la Justicia les permita inscribir a la niña como hija propia. Es la primera sentencia judicial sobre “maternidad subrogada” en el país, antes de que esta figura se incluya al nuevo Código Civil, que aún espera ser reformado.

La Justicia entendió que B.M fue concebida en el vientre de una amiga de la mamá que, desinteresadamente, se ofreció para gestar el embrión, fruto del óvulo y el esperma de la pareja.

Desde su nacimiento, la criatura nunca tuvo partida de nacimiento, sólo el certificado de nacimiento. Sin embargo, las cosas cambiaron. La jueza Carmen Bacigalupo, del juzgado civil 86, le otorgó al matrimonio la maternidad subrogada. Durante el procedimiento en los tribunales, a la beba le hicieron una evaluación de ADN y se confirmó el parentesco biológico de los progenitores. Tras el fallo, la nena tendrá su partida de nacimiento y DNI.

La lucha por ser padres

Juan de Gregorio (44) y Maica Moraes (40) son los padres de la niña. De acuerdo a los detalles brindados por el diario, tuvieron serios problemas para tener bebés. La mujer perdió dos embarazos; el segundo alcanzó los seis meses de gestación y en una delicada intervención perdió el útero, pero pudo mantener los ovarios.

Pensaron en adoptar pero ante las dificultades del procedimiento optaron por otro camino.
Maica comentó que su amiga le dijo: ‘Te presto mi panza’. Tras meses de conversación, su amiga le aseguró: “Si puedo calmar tu dolor, de algún modo te voy a ayudar”.

Finalmente, prestó su cuerpo para que la beba sea gestada y la dio a luz. Luego, se la entregó a sus papás que ahora, también lo son ante la ley.