Después del debate entre candidatos a intendentes de Rosario de la semana pasada, este sábado fue el turno de los aspirantes a la gobernación. Fue una segunda y saludable experiencia, aunque de mayor a menor en cuanto a intensidad. Con mucho picante en el inicio, algo acartonado hacia el final, los cinco hombres (esta vez no hubo mujeres) expusieron su visión sobre la provincia en los estudios de Televisión Litoral. Octavio Crivaro (Frente de Izquierda), Miguel Del Sel (PRO), Omar Perotti (Frente Justicialista para la Victoria), Miguel Lifschitz (Frente Progresista Cívico y Social) y Oscar Martínez (Frente Renovador) señalaron problemas y plantearon propuestas sobre cuatro ejes temáticos: seguridad, obra pública, educación y política productiva. Pocos cruces al aire y muchos en las redes sociales condimentaron el encuentro.

Pasadas las introducciones de rigor de parte de los periodistas moderadores –Analía Bocassi por El Tres, Cristian Lavallén por Canal 5 y María Luengo del santafesino Trece– Crivaro puso primera en la autopresentación y cruzó a su rival macrista a quien tildó de “misógino”. Parecía que el viaje venía vertiginoso, pero el paseo fue más bien tranquilo (al menos delante de cámara, atrás hubo de todo) y visitó lugares comunes.

En el eje seguridad todos coincidieron en “mejorar la policía”. Martínez apeló a la mano dura y Perotti al buen trato de los oficiales para reconstruir la confianza con el vecino. Lifschitz defendió la actual gestión –pese a que la inseguridad y la violencia son una de sus grandes deudas–, prometió más agentes y fiscales y advirtió que sin políticas sociales difícilmente se revierta la situación.

Del Sel se mostró preocupado por “el problemón” del narcotráfico y, fiel a su estilo –o los consejos de sus asesores– contó sobre su encuentro con una tal Nerina, policía separada, madre de tres chiquitos que no llega a fin de mes con los 8 mil pesos que cobra de la fuerza.

“Nerina debería estar ganando 11 mil pesos”, lo corrigió su tocayo socialista cuando le llegó el turno de refutar.

Crivaro los escuchó a todos y sentenció: “Parecen del mismo partido”. Así, el candidato de la izquierda llamó la atención que ninguno recordó al procesado y detenido Hugo Tognoli, jefe policial nombrado por el socialismo, investigado por supuestos lazos narco. Tampoco –añadió– a las víctimas del gatillo fácil o las muertas por violencia de género.

"No hablaron de Franco Casco (…), ninguno mencionó que la cúpula policial es instigadora del delito”, alertó.

Se calentó el estudio

Tercero en hablar en el tema obra pública, Lifschitz señaló “que es fácil mirar los partidos cuando se está en la platea, otra cosa es jugarlos”. Así, rescató las “muchas obras” que hicieron Hermes Binner y Antonio Bonfatti en sus mandatos, entre ellos dos acueductos y varios hospitales. Distraido, manoteó la imagen del centro de salud de Las Parejas (ya terminado) para ilustrar el inconcluso de Venado Tuerto. Sobre el final del debate, volvió sobre su error y sacó el cartón que correspondía.

Rápido estuvo Perotti para señalar que en ocho años de gobierno socialista apenas se avanzó en un par de acueductos. Y rápido también Lifschitz para el retruque: “Todas las obras que estamos haciendo ahora son las que no se hicieron en 24 años de gobierno justicialista”.

Y se volvió a enfriar

En los dos ejes finales, educación y políticas productivas, las exposiciones volvieron a fluir por aguas calmas. En un momento, Lifschitz salió a buscar a Perotti, pero éste prefirió quedarse con su guión. El ex intendente rosarino había recordado los tiempos del rafaelino en el gobierno santafesino durante los 90 cuando “la educación (fue) arrasada”.

El resto de los candidatos, Perotti incluido, habló sobre la jornada extendida para sacar a los chicos de la calle y ponderar el rol docente. El ex intendente rosarino provocó la chicana de Crivaro cuando prometió hacer de Santa Fe “la Finlandia argentina”, por sus altos estándares en educación. “¿Cuántos mandatos más se necesitan para llegar a ser Finlandia?”, le preguntó el candidato de la izquierda que apuntó que las “escuelas de Lifschitz tienen las paredes electrificadas”. 

Entre Pymes, polos tecnológicos y productivos pasó el último tema. Lifschitz coincidió con Martínez en eliminar las retenciones y el Cachi le volvió a pegar al gobierno nacional –ya lo había hecho en el segundo bloque por la falta de inversión en obra pública, con placas y todo– por “ponerle un freno al campo”.

Crivaro prefirió hablar de los trabajadores rurales y empleados explotados, como su propia candidata a concejala rosarina, Virginia Grisolía que estudia “y trabaja en un call center”. 

Y así, sin muchos sobresaltos, los candidatos se despidieron conformes. En ocho días uno de ellos será elegido gobernador.