En las  escuelas secundarias bonaerenses comenzó un proceso de ruptura de una concepción de la escuela que durante más de un siglo separó por género a los adolescentes para realizar educación física en el nivel medio. El cambio comenzó por la Resolución 2476 de la Dirección General de Cultura y Educación, dictada en diciembre de 2013, que postula la integración de los grupos, sin distinción de sexo, y ya es una realidad en la mitad de los establecimientos del distrito, el más poblado de la Argentina.

Hace más de un siglo, la educación en general estaba dividida por género. Recién a mediados de los años '80 comenzaron a integrarse, pero el espacio de la "gimnasia" se mantuvo sin variantes con el aval médico. En ello coincide Pablo Scharagrodsky, pedagogo y autor de varios artículos sobre educación física (de la que también es profesor) y género, y agrega que "la historia de la educación física, más de 130 años, estuvo saturada de una imaginería donde las niñas estaban representadas como más frágiles, más débiles y con menos posibilidades físicas y corporales para realizar ciertas prácticas". Y si bien reconoce que en los últimos 15 años hubo cambios como la ley de matrimonio igualitario o de identidad de género o la educación sexual integral, "una cosa son las disposiciones legales y otra lo que sucede en los grupos".

La resolución del ministerio de educación provincial –que también deberían cumplir las escuelas de matrícula paga- se inspiró en la ley provincial y nacional de educación, que estableció la obligatoriedad de la educación secundaria, entre otras cuestiones. La norma, por otro lado, buscaba bajar el ausentismo en las clases de gimnasia y jerarquizar ese espacio. En lo específico de género postula para alumnos y alumnas "la integración reflexiva, activa y transformadora en los ámbitos que habitan"; que las "prácticas pedagógicas de la educación física" contribuyan al "fortalecimiento de la identidad de los estudiantes y el acceso a los bienes culturales a través de una propuesta humanista, democrática, inclusiva y convocante que respete el derecho a aprender con igualdad de oportunidades y posibilidades"; lo que "supone promover la enseñanza de una educación física que propicie la integración de géneros" y que trabaje "en y con la diversidad".

Ya a fines del año pasado, de las 2041 instituciones secundarias públicas del distrito bonaerense, el 49,27% tenía clases mixtas y el resto cumplía la resolución de manera parcial. El profesor de Educación Física Leonardo Troncoso, asesor en la materia de la dirección provincial de Educación Secundaria, explica que buscaron una implementación gradual porque "hay que dar una batalla cultural" y sobre las instituciones que aún no pudieron cumplir con la resolución, aclara que deben justificarlo y lograr que un supervisor lo apruebe.

En junio último, durante un encuentro nacional de profesores de educación física en Capital Federal, se realizó un foro debate sobre el tema y allí surgieron voces a favor y en contra que siempre surgen al momento de discutir esta cuestión, pero también se enunciaron propuestas, como "analizar los prejuicios" y pensar prácticas corporales, ludomotrices y deportivas caracterizadas por la equidad, interacción, integración y respeto por la diversidad y cuestiones culturales.