El básquet llora. Y ríe al mismo tiempo. Porque esta noche, será la última función de uno de los jugadores más notables de la historia de este deporte en sí mismo que es la NBA. En el Staples Center de Los Ángeles, Kobe cerrará 20 años de trayectoria jugando para los Lakers ante Utah Jazz.

Este genio del básquet dirá adiós luego de 1.566 partidos en la NBA, porque su cuerpo dijo basta tras 20 temporadas al límite. Con 37 años y 234 días, ahora se dedicará de lleno a su esposa y sus dos hijas, dejando un enorme legado y una impresión que no se borrará fácilmente en la cabeza de los fanáticos del básquet.

Kobe fue el jugador más joven en debutar en la NBA (18 años y medio) tras su salto directamente desde el instituto -luego le superó Jermaine O'Neal-. Se retira siendo el jugador mejor pago (25 millones de dólares) y con unas ganancias totales, sin contar patrocinios, de casi 330 millones de dólares.

También con cinco anillos, dos MVP de las finales (2009 y 2010), sólo uno de la temporada (2008), 18 All Star (cuatro MVP ahí, de 1998 a 2016 sólo se perdió, por lesión, el del año pasado). Y como tercer máximo anotador de la historia con más de 33.500 puntos, sólo por detrás de Kareem Abdul Jabbar y Karl Malone.

Entre sus hazañas, se cuentan los 81 puntos a los Raptors el 22 de enero de 2006. En su primera temporada, a los 18 años de edad, ganó el concurso de clavadas del Juego de Estrellas. Esa fue su carta de presentación. Se inició con la 8 en la espalda y luego cambió al 24. Y esta noche dice adiós.

La hazaña de los 81 puntos