El shodo es una forma de arte plástico japonés que tiene como tema la caligrafía. Más precisamente se trata de escribir con letra bella y correctamente formada según diferentes estilos.

Este arte se practica desde hace miles de años y simplemente requiere un pincel, tinta china, pisapapeles y un pliego de papel de arroz. Si bien en la antigüedad estaba reservado a las clases dirigentes, en la actualidad es una materia más incorporada en la enseñanza primaria. En occidente se practica bajo la modalidad de taller y, afortunadamente, no es necesario tener conocer del idioma japonés, según publica revistasaludalternativa.

Desde la antigüedad se cree que el Shodo no es una mera reproducción estética de ideogramas y caracteres. Por el contrario, se trata de la expresión de las emociones más íntimas, aquellas que resultan de la interacción con el entorno.

Esta concepción deriva de la asunción de que “la caligrafía es la imagen del alma”. En lo escrito se refleja parte de nuestra personalidad, riqueza, belleza y profundidad espiritual. El Shodo expresa, entre otras cosas, el ánimo, la delicadeza y el vigor del ejecutante.

Precisamente porque es la manifestación del ser íntimo, el Shodo no cae en desuso con el paso del tiempo y el avance de la tecnología. Todo lo contrario, se cree que, al igual que el descubrimiento y el conocimiento personal, es un aprendizaje para toda la vida.

Como muchas de otras artes japonesas llevan el sufijo DO cuyo significado es “camino” ó “sendero”. El shodo no es la excepción ya que, literalmente, significa: “El camino de la escritura”. De este modo, pone de manifiesto su vínculo con una concepción filosófica del desarrollo del “ser” ligada con su expresión estética.