Sonarse mal la nariz puede provocar sinusitis, por acumulación de las secreciones en las vías altas debido a un mal drenaje, o bronquiolitis o neumonía, si éstas se acumulan en las vías respiratorias bajas, según han alertado recientemente los fisioterapeutas madrileños, catalanes, navarros, vascos y gallegos con motivo de la campaña “12 meses, 12 consejos de salud”.

"Nos sonamos mal y no se trata solo de que los mocos que no se expulsan del organismo sean molestos, sino que terminan provocando rinitis, otitis, faringitis, sinusitis, entre otras patologías. De ahí que la fisioterapia respiratoria sostenga que lo primero que hay que hacer es aprender a sonarse", ha comentado el secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), José Santos.

Y es que, tal y como han explicado los expertos, "no sirve de nada" sonarse tapándose los dos orificios nasales, sino que hay que hacerlo bloqueando primero uno y después el otro. También se puede optar por otra segunda opción que consiste en tragarse las secreciones, lo que resulta "mucho más saludable" que no expulsarlas.

Además de sonarse correctamente, los fisioterapeutas han recomendado a quienes comienzan a tener problemas para respirar a llevar a cabo una buena higiene nasal, es decir, a integrar un lavado nasal en la higiene diaria. Para hacerlo, han aconsejado disolver en agua una cucharada de sal, llenar una jeringa e introducir el agua con sal (sin pasarse de presión) a través de uno de los orificios nasales con la cabeza ladeada hasta que el agua sea expulsada por el otro orificio.

Por otra parte, los fisioterapeutas han recordado que una de las principales complicaciones en menores de dos años es la bronquiolitis, es decir, la inflamación de las vías aéreas pequeñas. Esta suele comenzar con los síntomas de un resfriado, algo de tos durante dos a tres días, y a veces fiebre.