Cuando parecía que ya nada podía sorprender en el mundo de los dominios, los ciberocupas encontraron un nuevo método para hacerse pasar por otras empresas o personas en la web y así conseguir trafico y algún rédito económico.

Se trata del Soundsquatting y consiste en registrar dominios que fonéticamente suenen igual a sitios de importancia y de esta manera confundir a los usuarios.

Los principales afectados por este tipo de páginas web son las personas con ceguera o baja visión, que utilizan un lector de pantalla para poder navegar por internet. Pero los afectados podrían incrementarse notablemente si se tiene en cuenta que cada vez son más los smartphones que ofrecen lectura de pantalla y comandos de voz para ejecutar acciones sin la necesidad de mirar el dispositivo.

En un estudio reciente, dentro de los 10 mil principales dominios del mundo, hay cerca de 8 mil 500 que son vulnerables a la ocupación sonora y se encontraron casi 2 mil ejemplos de sitios ya registrados con este método. De esos 2 mil, más de la mitad fueron encontrados maliciosos, en tanto que apenas 150 resultaron registrados por propietarios de marcas.

El principal objetivo de la ciberocupación sonora es ganar dinero mediante la publicidad que se abre al ingresar a los sitios. También se utilizan para realizar ataques de phishing, instalar software malicioso y robar tráfico.

Uno de los ejemplos más resonantes se da con YouTube que tiene tres dominios fonéticamente similares al original. Se trata de Yewtube.com, ewetube.com y utube.com. Los dos primeros se encuentran a la venta para cualquier interesado, mientras que el tercero abre un sitio con presuntos videos, parecidos a los que ofrece el servicio de Google.

Los especialistas en defensa de propiedad intelectual han pedido que se comience a trabajar en una actualización del procedimiento que tiene la OMPI para las denuncias de ciberocupación, ya que en muchos casos, los dominios que suenan fonéticamente similares, aparentan, no romper ninguna de las tres reglas que se tienen en cuenta para saber si hay o no suplantación de identidad en internet.

Al parecer, no sólo las grandes marcas son las que deben cuidarse del soundsquatting, sino que hay un alto promedio de sitios web de bajo rango que son vulnerables a este tipo de ocupación virtual. De todos modos, el soundsquatting sigue siendo una amenaza menor en comparación con el typosquatting ya que la cantidad de dominios que pueden sonar fonéticamente parecidos a otros es inferior a los dominios con errores de ortográficos.

Fuente: DonWeb