Durante un control de rutina efectuado este lunes, funcionarios del Ministerio de Seguridad descubrieron que dentro de la comisaría 27ª de Arroyo Seco funcionaba un pequeño penal VIP para apenas tres personas, entre ellas, Diego “Panadero” Ochoa, procesado por el homicidio de Roberto “Pimpi” Camino; y el hijo de un policía local, también acusado de asesinato. Estos presos recibían un trato distinto al resto de los allí detenidos, contaban con aire acondicionado y acceso a celulares.

En diálogo con Radiópolis (Radio 2), el fiscal del caso, Guillermo Apanowicz informó que el comisario, el personal de guardia al momento del operativo y el inspector zonal responsable de esa área, fueron imputados por incumplimiento de deberes de funcionario público.

Ellos habrían colaborado para que estos tres reclusos tuvieran todas las comodidades que quisiesen. Separados del resto de los detenidos, estaban en una oficina de la comisaría reacondicionada con camas, una heladera, televisores con tecnología LED e incluso un climatizador para sobrellevar los intensos calores del verano.

Sin embargo, de acuerdo a lo apuntado por el periodista Hernán Funes, lo más grave tal vez, eran las comunicaciones que tenían con el exterior. Tenían celulares con los que se sospecha, podrían haber continuado con cualquier negocio (legal o ilegal) que hayan tenido antes de ser arrestados. O incluso, haber iniciado otros nuevos. 

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Guillermo Apanowicz (Radio 2)