La tartamudez es la disfluencia más habitual. Se trata de un trastorno del habla que radica en una alteración del ritmo y la fluidez verbal, caracterizada por repeticiones indeseadas de sílabas, palabras o frases, acompañadas de interrupciones espasmódicas de la conversación, que producen angustia y son difíciles de controlar.

La tartamudez se origina en la falta de coordinación de los movimientos periféricos del habla, pero no se conoce su causa. Esta afección, al igual que el resto de las alteraciones del habla, tiene una mayor incidencia en los varones (cuatro veces más que en las mujeres), y se manifiesta normalmente entre los dos y los cinco años. Cuando se inicia en la edad adulta suele estar relacionada con un acontecimiento traumático o una lesión en el sistema nervioso.

En Rosario existe la Fundación para la Tartamudez, que bajo el lema de “Tartamudeando juntos, tartamudeamos menos”, trabaja sin fines de lucro desde el año 2002, focalizándose en la asistencia, formación e investigación de esta temática.

María Cristina Peyrone, Lic. en Fonoaudilogía y Psicología social, miembro fundador, contó sobre cómo se desarrolla la Fundación a partir de un enfoque centrado en el cambio a través de la interacción comunicativa, sin recetas ni métodos rígidos.

¿Quiénes conforman el cuerpo profesional de la Fundación?

Sus miembros fundadores somos la fonoaudióloga Silvana C. Perfumo, la fonoaudióloga y psicóloga social M. Cristina Peyrone y la fonoaudióloga María del Carmen Sojo, quienes trabajamos con el resto del equipo.

Hay diferentes comisiones de trabajo de la mano de profesionales relacionados al área de la salud, la fonoaudiología y la psicología, en las cuales se organizan planifican y ejecutan las actividades de formación, investigación, asistencia y administración de la fundación. 

Aquellas personas interesadas en el tópico de la tartamudez, tanto profesionales como  personas que tartamudean, sus familiares y docentes, pueden formar parte de esta Fundación.

¿Qué proyectos están llevando a cabo?

Actualmente se están llevando a cabo diversas actividades tanto para la gente que tartamudea, como para su familia y para los profesionales que abordan la cuestión.

Desde el año 2005, de modo ininterrumpido y con frecuencia semanal, se reúne el grupo de adultos y adolescentes que tartamudean, que está co-coordinado por la psicóloga social M. Cristina Peyrone.

Constantemente se llevan a cabo talleres para madres y padres, co-coordinados por una de las madres del grupo licenciada en fonoaudiología. Este espacio tiene por objetivo propiciar el compartir pensamientos, actitudes y sentimientos respecto de las dificultades que los hijos de los integrantes atraviesan, con el fin de ayudarlos a superar estos obstáculos de la comunicación.

En relación con el compromiso con la ciencia y la formación profesional, la Fundación lleva a cabo tareas de supervisión de casos clínicos, trabajos de investigación y tesinas. Con respecto a la comunidad en general, se brindan consultas abiertas y gratuitas a toda persona interesada en la tartamudez.

¿Qué tiene preparado la Fundación para este año?

Este año, con el objetivo de formar profesionales en el área, abrimos la convocatoria al Curso de Formación Anual en Tartamudez. La capacitación está dirigida a profesionales de diversas disciplinas interesados en la temática: fonoaudiólogos, psicólogos, psicopedagogos, musicoterapeutas, entre otros.

El espacio de formación comienza el 10 de abril y finaliza el 27 de noviembre. La capacitación apuesta a que los asistentes, puedan adquirir habilidades profesionales para realizar un abordaje clínico de los vínculos y contextos en los que se mueve una persona que tartamudea y su familia, desde una concepción del hombre como totalidad.

¿Cuál es el mayor deseo de la Fundación?

Por sobre todas las cosas, brindar nuestra ayuda a la comunidad, cambiar criterios sociales en relación a la tartamudez y difundir nuestra tarea para que llegue a quien la necesite.