Las personas que tienen un mayor sentido de propósito en la vida mueren más tarde y tienen menos riesgo de enfermedad cardiovascular, según un análisis publicado en Psychosomatic Medicine: Journal of Biobehavioral Medicine, la revista oficial de la Sociedad Americana de Psicosomática. 

El estudio ha sido realizado por Randy Cohen, Alan Rozanski y sus colegas del Hospital Monte Sinaí San Lucas-Roosevelt, de Nueva York (EE.UU). Aunque los mecanismos detrás de esta relación siguen sin estar claros, los hallazgos sugieren que fortalecer un sentido del propósito podría conducir a una mejor salud. 

Usando una técnica llamada meta-análisis, los investigadores combinaron datos de estudios previos que evaluaron la relación entre el propósito en la vida y el riesgo de muerte o enfermedad cardiovascular. El análisis incluyó datos de más de 136.000 participantes de diez estudios -principalmente de los Estados Unidos o Japón. Los estudios estadounidenses evaluaron un sentido de propósito o sentido de la vida, o "utilidad para los demás." Los estudios japoneses evaluaron el concepto de ikigai, traducido como "una vida digna de ser vivida." 

Los participantes en el estudio, con una edad media de 67 años, fueron seguidos durante un promedio de siete años. Durante este tiempo, más de 14.500 participantes murieron por cualquier causa mientras que más de 4.000 sufrieron eventos cardiovasculares (infarto de miocardio, ictus, etc.). 

El análisis mostró un menor riesgo de muerte en ese tiempo para los participantes con un alto sentido de propósito en la vida. Después de ajustar por otros factores, la mortalidad era cerca de un quinto inferior en los participantes que informaron de un fuerte sentido de propósito, o ikigai. 

Un alto sentido de propósito en la vida también se relacionó con un menor riesgo de eventos cardiovasculares. Ambas asociaciones siguieron siendo significativas en el análisis de varios subgrupos, incluyendo: por países, por cómo se midió su propósito en la vida, y si los estudios incluían participantes con una enfermedad cardiovascular preexistente.

Explicación 

Existe una relación bien documentada entre los "factores negativos de riesgo psicosocial" y los resultados adversos para la salud, incluyendo ataques al corazón, derrame cerebral, y mortalidad en general. "Por el contrario, estudios más recientes proporcionan evidencia de que los factores psicosociales positivos pueden promover un funcionamiento fisiológico saludable y una mayor longevidad", explican los autores en la nota de prensa de Wolters Kluwer, editora de Psychosomatic Medicine. 

Aunque se necesitan más estudios para determinar cómo promueve la salud y previene la enfermedad tener un propósito en la vida, los datos preliminares sugieren unos mecanismos básicos. La asociación podría explicarse fisiológicamente, mediante el almacenamiento en la memoria del cuerpo de las respuestas al estrés; o con el comportamiento, por ejemplo por un estilo de vida más saludable. 

"Es de destacar que tener un fuerte sentido de propósito en la vida se ha postulado durante mucho tiempo como una dimensión importante de la vida, ya que provee a la gente de un sentido de la motivación vital y de la capacidad de recuperación", comenta Rozanski. "Sin embargo, las implicaciones médicas de vivir con un sentido de propósito en la vida alto o baja no han captado hasta recientemente la atención de los investigadores. Los nuevos resultados son importantes, ya que pueden abrir nuevas vías de ayudar a las personas a promover su salud y su sensación de bienestar." 

En un estudio publicado este año por los mismos autores, ya se incidía en la relación entre el propósito en la vida y la salud cardiovascular. Otro estudio, realizado en Chicago hace seis años, iba en la misma línea.