En barrio La Cerámica notaron que un hombre de 80 años, que generalmente era muy activo, no frecuentaba los lugares a los que solía ir todos los días. Entonces los vecinos fueron a tocar la puerta de su casa y grande fue la sorpresa cuando lo hallaron de manera macabra en su casa.

El anciano, identificado como Mario Pereyra, era conocidos por todos y extrañó que no transitara por el barrio como todos los días.

Un joven que habita la vivienda lindera, en República de Irak 1750, llamó a la puerta del hombre y como no obtuvo respuesta llamó a la policía.

Los efectivos forzaron la puerta y cuando ingresaron al dormitorio encontraron a la víctima tendida en la cama con múltiples heridas de arma blanca y cubierto con una sabana.

El cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Legal parta realizarle la correspondiente autopsia.