El padre Juan José Gravet, quien desarrolla su obra en la parroquia Señor del Milagro de barrio Ludueña, denunció que este jueves por la tarde, mientras se entregaban las raciones diarias de comida, la policía irrumpió en el lugar “sin ningún tipo de documentación” y se llevó detenido a un hombre que estaba en el lugar.

El párroco contó en Radio 2 que “eran más o menos las 3 de la tarde cuando irrumpió la policía”. Y agregó que “sin ningún permiso se metieron adentro de la capilla, no exhibieron ningún tipo de documentación”.

En la iglesia de la humilde barriada rosarina se distribuyen unas mil raciones diarias de alimentos. En el momento en que arribaron los efectivos había entre 250 y 300 personas en la iglesia.

“Parece que hemos vuelto a épocas atrás, que parecían superadas. Ingresaron como si estuviéramos en estado de sitio”, comentó el cura. “Estamos hablando de una capilla, un lugar que pertenece al Arzobispado de Rosario”, se quejó.

El padre Gravet dijo que los uniformados llegaron “en tres o cuatro patrulleros”. Y añadió que “irrumpieron buscando gente, se llevaron una persona detenida que nosotros desconocemos”.

“Considero un atropello, una falta de respeto a un domicilio privado y más perteneciente al Arzobispado de Rosario. No se puede, con la excusa de la ilegalidad, usar la misma ilegalidad para allanar domicilios privados. Esto es grave. Pertenece a épocas ya superadas, creo”, sentenció el religioso en la red social Facebook.

El procedimiento se enmarca en el operativo de saturación que hizo la policía provincial hace algunos días en Tablada y que ahora se trasladó a barrio Ludueña.