Un proyecto de extensión de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario apunta a mejorar las funciones cognitivas de los adultos mayores en el desenvolvimiento cotidiano, a través de un Taller de Matemática que el año pasado tuvo lugar en la Escuela de Gerontología Municipal, a cargo de las Profesoras Graciela Demti, Viviana D’Agostini, Mariana Pérez y un grupo de estudiantes.

Las actividades diseñadas contienen una amplia gama de ejercicios y problemas que se implementan en forma de juego, de manera amena e instructiva, apelando a la curiosidad. Los mismos se agrupan según tres ejes: uno de ingenio, con el fin de entretener y sociabilizar, otro de razonamiento, tendiente a mejorar el funcionamiento de la memoria, la capacidad lógica y de comprensión, y un tercer eje basado en el estudio de promociones del mercado, con el fin de analizar las diferentes alternativas y estimular la capacidad crítica y la toma de decisiones.

El 90% de los participantes tenían entre 60 y 80 años y el 10% más de 80, provenientes de distintos distritos de la ciudad. Entre las tareas que resolvieron en cada encuentro hubo acertijos, adivinanzas, enigmas, desafíos de ingenio, ejercicios de percepción y espacio, de cálculo, memoria, lógica, razonamiento. Y trabajaron con material didáctico como dominó, dados, cartas, fichas, eslabones, palillos, botones, tarjetas, folletos y propagandas.

Durante los encuentros, las docentes observaron excelente clima de trabajo e interrelaciones, con compromiso, colaboración, entusiasmo, además de debates, puestas en común e intercambios creativos y enriquecedores. “Se percibió que ampliaron su capacidad de argumentación, mejoraron su actitud crítica y obtuvieron mayor seguridad en la toma de decisiones”, explicaron.

Al concluir la experiencia, los participantes manifestaron que habían concurrido al taller para “agilizar la mente, activar las neuronas y ejercitar la memoria”, porque les interesaba “mantenerse activos y conocer más cosas”. También afirmaron que les gustaba “aprender juegos y hacer ejercicios matemáticos”. Otros expresaron que fueron “por sentirse solos y tener necesidad de estar acompañados o por distracción social”.

Incluso la propuesta fue más allá del taller, fomentando los vínculos familiares y la integración social ya que los asistentes propusieron las actividades a otras personas de su entorno y también solicitaron material para llevarse a sus hogares y seguir ejercitando.

“Este espacio lúdico intelectual de educación no formal constituye una asistencia positiva a personas de la tercera edad promoviendo sus derechos, fortaleciendo su autonomía, proporcionando conocimientos y oportunidades para su desarrollo personal y biológico”, afirman las profesoras.

Este año las actividades fueron diseñadas para adolescentes y se están desarrollando en la Escuela de Enseñanza Media Bernardino Rivadavia. Asimismo, a través de la Editorial de la UNR, el equipo de trabajo publicará próximamente un libro que contendrá todo el material de los talleres.

Para más información: Matemáticamente Activa