Un sencillo cambio en el ADN puede facilitar el desarrollo de uno de los tumores más agresivos en niños: neuroblastoma. Dicha alteración en una única base de ADN, también llamado polimorfismo de un solo nucleótido o SNP, predispone a los niños a una forma agresiva del neuroblastoma y hace que la enfermedad progrese una vez que se han formado los tumores.

En concreto, explica una investigación que se publica en «Nature», se trata de una modificación en los genes LMO1 que lo convierten en un ‘super-potenciador’ que causa un aumento anómalo de la actividad biológica en el gen, que termina por promover la formación y la progresión de tumores. Y a pesar de que este descubrimiento no tendrá una aplicación directa para el diseño de tratamientos inmediatos para este subtipo de neuroblastoma de alto riesgo de, una mayor comprensión de estos eventos moleculares precisos podría servir para el desarrollo de nuevas terapias.

«El cáncer en general, y el neuroblastoma en particular, tienen orígenes complejos», explica el autor principal, John M. Maris, oncólogo pediátrico del Hospital Infantil de Filadelfia (EE.UU.), que añade que es poco ‘habitual descubrir variantes genéticas causales en el cáncer, especialmente en un polimorfismos de un solo nucleótido o SNP.

Mortalidad infantil

El neuroblastoma es cáncer del sistema nervioso periférico que habitualmente se presenta como un tumor sólido en el pecho o en el abdomen de un niño, y constituye el tumor más común en los bebés. Representa una parte muy elevada de las muertes por cáncer en los niños.

Maris y el equipo de Derek A. Oldridge y Dr. Andrew Wood, de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), basaron su en un estudio en la información sobre el genoma que había publicado en 2011 el equipo de Maris. Estos datos mostraban que un SNP en el gen LMO1 favorecía la susceptibilidad al neuroblastoma así como su progresión mediante la alteración de la transcripción del gen anormal. Ahora, el nuevo estudio ha tratado de identificar la variante exacta en el ADN.

Efecto beneficioso

Y gracias a los estudios de asociación genética, los investigadores redujeron el culpable a la ubicación en una sola base de ADN, guanina, que actúa como un super potenciador. Los investigadores también encontraron que otro SNP tiene un efecto beneficioso: si la base de ADN en la ubicación especificada es una letra diferente del alfabeto genético, timina en lugar de guanina, entonces protege contra neuroblastoma. Estudios de genes en las poblaciones humanas sugieren que esta variante genética protectora evolucionó después de ancestros humanos que emigraron de África hace cientos de miles de años.

Desafortunadamente no existen medicamentos que inhiban las proteínas específicas que funcionan anormalmente en el neuroblastoma impulsado por el gen LMO1. Sin embargo, añade Maris, otros componentes de esta vía biológica pueden ofrecer atractivas dianas terapéuticas: "Los fármacos que inhiben otras áreas de la maquinaria de transcripción de genes puede ofrecer nuevos tratamientos potenciales para este subconjunto agresiva de neuroblastoma”, concluyen los investigadores.