Una vez más, el aire cálido en la ciudad. Y la niebla matinal que, desde temprano, baja como una capa de nubes. En pleno otoño, entre hojas y ramas secas, un viernes para quedarse con poca ropa encima.

Antes de las 7, unos 18 grados y 95 por ciento de humedad espesan el aire. Pero no es nada. Para la jornada está prevista un máximo de 27 grados.

Mientras tanto, la nota la daba la niebla que hacia las 8 se notaba en el aire, dificultando la visibilidad en la conducción. 

En tanto, el cielo aparecía cubierto por partes. Algunas nubes iba y venían movidas por el viento norte, en ráfagas.