Muchos asocian la urticaria crónica con alergias, dermatitis atópicas o psoriasis, pero lo cierto es que por regla general la urticaria crónica no es una alergia, ya que no existe un detonante externo conocido que la cause. Es por ello que muchos pacientes de urticaria permanecen en un intranquilo estado de alerta, ya que incluso aunque vean su piel sana, en cualquier momento pueden manifestar síntomas. ¿Pero de qué síntomas estamos hablando exactamente? Al igual que cada persona es un mundo, cada piel también es diferente, pero en general podemos hablar de dos tipos de evidencias: ronchas y angioedema.

Las ronchas, también llamadas habones, se manifiestan en forma de piel abultada y enrojecida, acompañada normalmente de picor. Aparecen en forma de brotes que duran al menos seis semanas y pueden reaparecer con el paso del tiempo de forma espontánea. Es la forma más común en la que se manifiesta la urticaria crónica pero se estima que entre el 33% y el 67% de los afectados también sufren angioedemas, que es la hinchazón repentina y en ocasiones dolorosa de las capas más profundas de la piel. En este caso, la molestia suele remitir en 72 horas como mucho, siendo los párpados y los labios las partes más afectadas.

Se estima que cerca del 20% de la població. sufrirá en algún momento de su vida urticaria, aunque en la mayoría de los casos será algo aislado y no se volverá a repetir. Sin embargo, el 0.5% y el 1% de las personas viven esta enfermedad de forma continuada sufriendo problemas en la piel durante días o semanas. El perfil del paciente es bastante variado, aunque sí hay mayor incidencia en mujeres (casi el doble de casos que en hombres) y en una edad comprendida entre los 20 y 40 años.

Respecto a su nombre, se denomina crónica porque suele durar seis o más semanas y, a día de hoy, se desconoce su cura; y se denomina espontánea porque puede aparecer de repente, sin previo aviso o síntoma y no se sabe el motivo de su aparición. El término "urticaria", en cambio, se suele intercambiar por "sarpullido", ya que la mayoría de la gente hace mención a la roncha o bulto rojizo que le sale en la piel. En cualquier caso, es conveniente que consultes a tu dermatólogo si notas la aparición de dichas ronchas en tu piel y aprendas cómo enfrentarte a la urticaria. Si tienes dudas, aquí tienes un innovador mapa con los especializados centros donde puedes acudir.

La historia clínica es la herramienta diagnóstica más importante en la evaluación de la urticaria. El uso de un cuestionario detallado puede mejorar la identificación de la causa, así como la determinación de la conducta terapéutica y el pronóstico de la misma.

El Laboratorio, como elemento complementario en el diagnóstico, se utiliza especialmente en el caso de urticarias crónicas.

Tratamiento

- De ser posible se debe eliminar la causa desencadenante (alimentos, aditivos, fármacos, frío, calor, picaduras, etc).

- Se debe implementar una dieta de eliminación (suspensión por 10 días de los alimentos que contienen polipéptidos o haptenos altamente antigénicos: nueces, pescados y mariscos, así como los que favorecen la liberación de histamina (chocolate, frutillas, huevo, café, mariscos).

- Para los pacientes con urticarias físicas (20 – 30% de las uritcarias crónicas) es útil la identificación de los agentes detonantes de la enfermedad, lo cual es casi siempre el único tratamiento.

- Para el dermografismo severo, una ingesta regular de cualquier antihistamínico no sedante produce un alivio total de los síntomas.

- Los antihistamínicos son el punto clave para el tratamiento de la Urticaria, tanto aguda como crónica.